Fútbol
El año y medio más complicado de Iker Casillas: “Fuera guantes, adiós Sara, hola Madrid”
El 1 de mayo de 2019 un infarto cambiaría su vida para siempre pero al portero aún le quedaba un año por delante cargado de sorpresas: su vuelta al Real Madrid y su separación.
El 1 de mayo de 2019 a Iker Casillas le cambió la vida por completo. Durante el entrenamiento con el Oporto empezó a sentirse mal, aunque no sabía describir exactamente qué le pasaba, y los médicos del club descubrieron enseguida que a sus 37 años estaba sufriendo un infarto. El portero tuvo a España en vilo durante semanas. Pero las malas noticias no acabaron ahí.
Tras dejar el hospital solo unos días después de su infarto, la desgracia parecía cebarse con el portero. Su mujer, Sara Carbonero, anunciaba el 23 de mayo que había sido operada de un cáncer de ovarios.
Comenzaban así unos meses en el que la vida del portero daría un drástico giro tanto en lo personal como en lo profesional.
A partir de ahí empezó a sobrevolar la posibilidad de no poder volver a vestirse de corto. Con prudencia ante la gravedad de su afección cardíaca dos meses después pudo volver a reencontrarse con sus compañeros del Oporto pero en julio de 2019, y ante su delicado estado de salud, se anunciaba que pasaría formar parte del staff directivo del equipo luso. Según anunciaba el club en un comunicado, el portero será el intermediario entre jugadores, entrenador y dirección deportiva.
“Colgar las alas”
Desde aquel fatídico 1 de mayo en el que Casillas dio el susto, las especulaciones sobre su futuro siempre se habían encontrado con la oposición frontal del propio Iker, que quería esperar a los dictámenes médicos para tomar una decisión definitiva. Hasta que finalmente, el pasado 4 de agosto, motivos médicos obligan a poner punto y finala la carrera del mejor portero español de todos los tiempos y uno de los más laureados de la historia del fútbol mundial. 1039 partidos y 24 títulos después, uno de los grandes mitos del madridismo colgaba los guantes de manera obligada a los 39 años. El guardameta lo anunció a través del perfil de sus redes sociales.
Iker “colgaba las alas” antes de lo que hubiera querido y sin poder decidir él la hora del adiós.
Pero el año aún le deparaba nuevos retos y, tras descastar la aventura de presentarse como candidato a la elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF),Iker decidió volver a la que fue su casa. El de Móstoles se incorporaba a la Fundación Real Madrid como adjunto al director general, tal y como informaba el club blanco en un comunicado el pasado 22 de diciembre.
Vuelta a casa
“Es un orgullo recibir de vuelta a casa a uno de sus grandes capitanes”, rezaba el comunicado del Real Madrid. Casillas, por su parte, recibía el cargo con los brazos abiertos, ya que había manifestado en más de una ocasión su deseo de volver al club que le vio nacer como portero. “Orgulloso de volver a casa. Afronto este nuevo reto con toda la ilusión y ganas del mundo, gracias por la bienvenida”, afirmó.
La vuelta del hijo pródigo coincidía con el regreso de Sara Carbonero a la radio. Todo parecía en orden, la pareja regresaba a Madrid e iniciaba una nueva etapa cargada de proyectos e ilusiones.
Fin a una historia de amor
Sin embargo, el 12 de marzo, tras meses de rumores, la pareja confirmaban oficialmente su divorcio en forma de comunicado a través de sus cuentas de Instagram. Iker (39 años) y Sara (37) colgaban en sus respectivos perfiles y de forma instantánea una foto de ellos juntos, muy cariñosos y sonrientes, que acompañaban con idéntico texto: «Nos sentimos enormemente orgullosos de la familia que somos y de haber podido compartir un amor que nos ha llenado de felicidad durante todos estos años de unión. Hoy nuestro amor de pareja toma caminos distintos, pero no lejanos, puesto que seguiremos juntos en la maravillosa tarea de seguir siendo padres dedicados como hasta ahora lo hemos hecho. Es una decisión muy meditada y que tomamos de mutuo acuerdo”.
Se ponía fin así a una historia de amor que enamoró a toda España durante el Mundial de Sudáfrica.
A partir de ese momento, los rumores y las conjeturas sobre los motivos de su separación, que ya era un secreto a voces, copan la prensa y los programas de televisión. Todos parecen haber olvidado su faceta deportiva para centrarse en sus gestos o en la posibilidad de posibilidad de un nuevo amor en la vida del guardameta. A mes y medio del segundo aniversario de su infarto, seguro que el portero aún tendrá que despejar algún que otro tiro.
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