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Las razones del Atlético para salir de la Superliga

El club rojiblanco se vio empujado a salir igual que se sintió empujado a entrar para no quedarse fuera del negocio

Enrique Cerezo, presidente del Atlético
Enrique Cerezo, presidente del AtléticoEmilio NaranjoEFE

Nada representa mejor la implicación del Atlético en la Superliga que el comunicado de la plantilla después de que el club anunciara su salida de la fugaz nueva competición europea. «Desde la plantilla del Atlético de Madrid os queremos transmitir nuestra satisfacción sobre la decisión final de renuncia al proyecto de la Superliga tomada por nuestro club», decía el comunicado que hizo público Koke, como capitán, a través de sus redes sociales. «Seguiremos luchando por ayudar desde nuestra posición a que el Atleti crezca a través de los valores del esfuerzo y el mérito deportivo que nos ha caracterizado siempre, para que todos vosotros continuéis viéndoos reflejados en esas señas de identidad», añadía en referencia a los aficionados.

Los futbolistas rojiblancos se veían obligados a hacer un guiño a sus aficionados después de su silencio de los últimos días y del comunicado de la entidad. «Para el club es esencial la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados», decía la nota emitida por el Atlético de Madrid. «La plantilla del primer equipo y su entrenador han mostrado su satisfacción por la decisión del club, al entender que los méritos deportivos deben primar por encima de cualquier otro criterio», añadía.

El club se sintió arrastrado a unirse a la Superliga para no verse fuera del negocio que iba a cambiar el fútbol para siempre. Las negociaciones las llevaban otros y el Atlético era «sólo» un invitado, que ha permanecido a la sombra de Florentino Pérez. Todos los clubes dejaron que fuera el presidente del Real Madrid el que diera la cara, el que se expusiera ante los medios y explicara la nueva «revolución» del fútbol. Era el único portavoz acreditado por todos.

Igual que el Atlético llegó «obligado» a la Superliga, se marcha también arrastrado por la salida de los clubes ingleses que ha hecho que los demás se sientan traicionados por su comportamiento. Sin ellos, el proyecto quedaba disuelto de hecho y el Atlético sólo ha confirmado el «fallecimiento» de la competición.

El único portavoz de la entidad rojiblanca ha sido su entrenador, Diego Pablo Simeone, al que Miguel Ángel Gil ya anunció en la tarde del martes las dificultades de llevar adelante la idea de la Superliga. «Entendemos que es una buena mirada hacia nuestra gente y, sobre todo, es una gran mirada a la familia atlética, incluidos empleados, jugadores, dirigentes y toda la gente que rodea al Atlético de Madrid», dijo el preparador rojiblanco después de la salida de su club del grupo de doce fundadores.

«El otro día fui uno de los primeros en ser consultados después del partido como entrenador qué es lo que pensaba y dije absolutamente que confiaba en lo que el club iba a decidir, porque iba a decidir lo mejor para el club. Esta situación es buena para todos», argumenta el Cholo.

«Todos pertenecemos al fútbol. Ni que hablar la gente, porque nosotros somos gente. Primero, antes de ser futbolista y entrenador, somos hinchas», asegura Simeone. «Ninguna duda de que siempre, ante movimientos sísmicos, como ha sucedido ahora, algo va a cambiar seguro para mejor. Entiendo que cuando hay movimientos, las partes en algún momento tendrán que acercar y encontrar lo que todos quieren o todos querían anteriormente», añade.