El ático más caro de Portugal: así es la nueva adquisición de Cristiano Ronaldo con vistas 360º

El sueldo millonario de Cristiano Ronaldo da para mucho y tras regalar a Giorgina una casa de superlujo en Madrid, valorada en 2,5 millones de euros, ahora ha salido a la luz su última adquisición. Se trata del ático más caro de Lisboa, coste supera los 7,2 ‘kilos’.

La vivienda de 287m2, construida en pleno centro de la capital portuguesa se encuentra en el impresionante edificio “Castilho 203″ y está situada en el piso 20 de un bloque de 19 apartamentos, cuenta con unas espectaculares vistas 360º.

Además de varios dormitorios, baños con jacuzzi y gimnasio, la propiedad cuenta con una piscina interior con hidromasaje y otra exterior, sala de cine y otra de juegos.

Pero, sin duda, la joya de la corona es la piscina ‘infinity’ que se encuentra en la azotea del edificio y que pertenece al piso de Cristiano. A su alrededor, una zona de ‘chill out’ con todo lujo de detalles.

La historia que rodea al edificio Castilho 203 comenzó a contarse en 2016, cuando Vanguard Properties (VP) lo compró, en concurso público, a Estamo, por 12,5 millones de euros, tal y como revela el portal inmobiliario Idealista.com. Ahora, cinco años más tarde, el edificio ha sido reconstruido está terminado y vendido por completo. Cuenta con 19 apartamentos de lujo, uno de los cuales es un ático con piscina al aire libre que se considera el apartamento más caro de Portugal y que ya es propiedad de Cristiano Ronaldo.

Se trata de una promoción llena de detalles exclusivos, tanto en las zonas comunes como en el interior de los apartamentos. Las vistas sobre Lisboa son realmente impresionantes.

“Castilho 203″ cuenta piscina cubierta climatizada, el gimnasio, la sala de spa y la sala de cine. Todo en la planta baja, una especie de “zona” de ocio. Por supuesto, los futuros residentes y sus respectivos acompañantes tienen a su disposición toda una serie de comodidades. Sin embargo, nada más entrar en el edificio, en el vestíbulo, destaca la imponente y exclusiva pieza del artista portugués José Pedro Croft, una especie de “juego” de espejos que añade aún más refinamiento al espacio.

A continuación, en la octava planta, está la piscina exterior, a la que también pueden acceder todos los residentes y huéspedes. Las vistas de la ciudad son, de por sí, impresionantes, pero si a este factor le añadimos que hay una piscina con un horizonte infinito... la idea de estar en un escenario paradisíaco en el corazón de Lisboa cobra fuerza.

El astro luso aumenta así su espectacular patrimonio inmobiliario con viviendas en Madrid, Turín, Madeira, Manchester o Nueva York.