Taquicardias, arritmias, infartos... el Atlético

Aún habiéndolo merecido hubiese sido impropio del Atleti ganar con solvencia a Osasuna en un partido que dominó de principio a fin y en el que en ocasiones fue tan superior a su rival que parecía una maldición de una bruja el estar por detrás en el marcador a falta de diez minutos para la conclusión.

No sólo fue ejemplar la manera en la que salió al partido. La forma de creer en la posibilidad de dar la vuelta al resultado es la fidelidad absoluta a una filosofía, a unos colores y a una manera de ser donde el sufrimiento, las taquicardias y las arritmias son el pan nuestro de cada día.

Estaba la policía custodiando la plaza de Neptuno, en una decisión del alcalde madrileño que confiaba en que el Atleti no hiciera de Atleti. A pesar de la ventaja que llegaron a acumular los de Simeone en la primera vuelta, esta Liga sólo se puede ganar a base de mucho sufrimiento.

Se avecina una última jornada de absoluto infarto. Frente a un Valladolid con un pie en Segunda, a los colchoneros sólo les valdrá la victoria o al menos más vale que lo interpreten así. Desde que el equipo juega sin nada que guardar ha vuelto a dar la imagen de bloque superior, ambicioso y merecedor de llevarse el campeonato. A un partido todo puede pasar, pero como bien dice el Cholo el esfuerzo no se negocia. No queda otra que seguir sufriendo.