Europeo de natación

Hugo González, ha nacido una estrella: campeón de Europa en 200 estilos y plata en los 100 espalda

El nadador balear ganó las dos medallas con sólo 70 minutos de descanso entre ellas. En Budapest también ha sido bronce en 50 espalda

El español Hugo González felicita al rumano Robert Glinta, el único que pudo superarlo en la final de los 100 espalda de Europeo de Budapest
El español Hugo González felicita al rumano Robert Glinta, el único que pudo superarlo en la final de los 100 espalda de Europeo de BudapestTamas KovacsEFE

Hugo González pasó del bronce en los 50 metros espalda en el Europeo de Budapest el pasado martes a la plata en los 100 ayer como prólogo de una jornada histórica: 70 minutos después de su segundo puesto se proclamó ¡campeón de Europa en 200 estilos! Agotador. Impresionante. Una demostración de poderío celebrada con rabia con un puñetazo sobre el agua en un deportista que tiene un gran futuro por delante después de haber dado el gran salto en Hungría. Multicampeón del mundo júnior, ya olímpico en los Juegos de Río en 2016 con 17 años, el siempre complicado paso de las categorías inferiores a competir con los «mayores» ha requerido de un proceso en el balear. Afincado en Madrid, compite para el Real Canoe y para la Universidad de Berkeley, en California (estudia ingeniería informática), donde se prepara a las órdenes de Dave Durden, que es el entrenador jefe del equipo estadounidense masculino que va a estar en los Juegos de Tokio. Es su tercer destino en USA, después de haber pasado por la Universidad de Auburn (Alabama) y por Virginia Tech, donde fue para seguir los pasos de Sergi López, medallista de bronce en 200 braza en los Juegos de Seúl 88 y que es su gran valedor como técnico. Fueron años de cambios que quizá ralentizaron un poco su despegue.

 

Hugo González se desliza por el agua más rápido que nunca en el año más complicado por la pandemia. «Un nadador no suele descansar más de un mes seguido al año. Un mes es muchísimo, entonces fue muy duro estar tres, algo que no hacía desde niño», explicó en una entrevista en el canal de youtube Squali Swim sobre su confinamiento, que pasó en Madrid. Es más, fue a competir a Portugal en agosto y sus marcas estaban 10 segundos por encima de su récord. Una barbaridad. Pero encontró la motivación y le puso el trabajo para alcanzar la gloria en Budapest por todo lo alto, después de un curso en el que había brillado en la competición universitaria. Su segundo puesto en los 100 espalda llegó (como en el bronce de los 50), con el mejor tiempo de su vida: 52.90, para quedarse a tan sólo dos centésimas del rumano Glinta. El tercer puesto lo compartieron el griego Christou y el francés Brouard (52.97). Fue una prueba estratégica para él: comenzó guardando fuerzas, fue sexto en los primeros 50, pero la segunda piscina la hizo más rápida que nadie para un final decidido por apenas un suspiro.

Lo mejor estaba por llegar. Apenas tuvo una hora de descanso entre los 100 espalda y los 200 estilos. ¿Cómo «revivir» del esfuerzo en tan poco tiempo? Es el trabajo de equipo en un deporte individual, algo que Hugo ha agradecido cada día. Primero recuperar líquidos y a continuación ponerse en manos de los fisios, Mónica Solana y Raúl Moreno, para intentar que los músculos no hagan caso a la fatiga. Un masaje de brazos, hombros y piernas, los dos con él, y rápido a recibir su medalla. Justo después del podio, de la plata, ya se estaba activando para volver a la piscina y liarla, literalmente, en los 200 estilos. Otra vez fue de menos a más: quinto en la mariposa, aguantó en la espalda y apretó en los 50 metros de braza para colocarse en disposición de pelear por todo. Hizo el viraje cuarto y fue el único capaz de tocar la pared en 27 segundos, remontando posiciones y superando en el último instante al defensor del título y subcampeón del mundo, el suizo Jeremy Desplanches. El tiempo se detuvo en 1:56.76, que mejora el récord nacional en casi segundo y medio. Un bocado espectacular que le hace soñar con algo grande en dos meses en Tokio en una prueba sin dueño ahora que no están los Phelps, Lochte...