Indy500
Alex Palou acaricia la gloria en las 500 Millas de Indianapolis
El barcelonés ha terminado segundo por detrás del veterano piloto Helio Castroneves, que logró su cuarta victoria en la mítica carrera a sus 46 años
No pudo ser. Alex Palou hizo la carrera perfecta hasta el final. Conducción estratosférica, buena estrategia, consistencia, nervios de acero...pero a falta de dos giros para cruzar la meta Castroneves le superó y le “robó” la gloria. Nunca antes un español había logrado un resultado así y pudo ganar. Lo tuvo al alcance de la mano. En su segunda participación no defraudó y no se equivocaron quienes los consideraron favorito.
REPLAY: Spider-Man is BACK at @IMS. @h3lio wins his fourth Indianapolis 500 in spectacular style.#INDYCAR
El piloto de Honda, que arrancaba sexto, siempre se mantuvo entre los primeros clasificados y lideró la prueba en la parte final. Su estrategia salió redonda y llegó a los giros finales con todo para poder ganar. Sin embargo, la experiencia de Castroneves le valió para adelantarle en el giro 198, en el último suspiro. Palou lo intentó pero no pudo acercarse más. La tercera plaza fue para el mexicano Pato O`Ward, aunque en esta carrera la gloria se la lleva sólo el ganador. No hay podio.
Alex Palou sólo tiene 24 años y desde muy pequeño trató de seguir la senda de referencias como Fernando Alonso o Carlos Sainz. Talento no le falta y capacidad de trabajo tampoco. Se subió a un kart a los cinco años y desde entonces no se ha bajado del coche. Lo descubrió Adrián Campos, el mismo que un día fichó a Alonso con apenas 16 años. Eran otros tiempos. Palou nació en 1999 cerca del circuito de Cataluña, en la localidad de Sant Antoni de Vilamajor, cerca de Montmeló y más cerca todavía de Cardedeu, el pueblo de Pedro de la Rosa. Su familia, trabajadora con una pequeña empresa, le apoyó desde el principio, pero no son los millonarios que últimamente campan por la F1. Alex disputó la F3 española, la GP3 internacional en la que ganó carreras como la de Abu Dabi el mismo día que Esteban Ocon, hoy compañero de Alonso en Alpine, conquistaba el título. También alcanzó la F2, la puerta de entrada de la Fórmula 1, sin embargo, no pudo continuar corriendo en Europa. Fue entonces cuando decidió marcharse a Japón para correr un campeonato denominado SuperFórmula, un certamen de monoplazas muy seguido en Asia. Allí triunfó y pronto entró en la órbita de Honda, el fabricante de coches, que lo considera una estrella a la que ayudar. Fue el gigante japonés el que le propuso correr en Estados Unidos la IndyCar, la F1 de allí, aunque no tenga el mismo desarrollo tecnológico ni mueva los presupuestos ciertamente irritantes que hay en la F-1. Honda lo llevó a uno de sus equipos, el Dale Coyne Racing y allí maravilló a todos por su talento, su velocidad y su forma de conducir. Tanto, que, en 2021, ya forma parte del mejor equipo de esta competición, el Chip Ganassi Racing, cuyos motores son suministrados por Honda. El comienzo de temporada fue inmejorable: victoria y un séptimo puesto que ha desconcertado a todos los miembros que forman este campeonato. Hoy en las 500 Millas de Indianapolis ha demostrado todo su talento.
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