Luis Enrique, el seleccionador que no da entrevistas personales

Luis Enrique rompió la costumbre de los seleccionadores anteriores de conceder entrevistas personalizadas a los medios de comunicación, especialmente durante las fases finales de los grandes torneos o en los momentos previos.

Es algo que hicieron Lopetegui y Vicente del Bosque, que además acostumbraban a atender a las radios en la previa de cada compromiso de la selección. Y también lo hicieron Luis Aragonés, Iñaki Sáez o José Antonio Camacho antes que ellos.

Luis Enrique sólo ha trasladado a la selección la costumbre que ya tenía en sus clubes. Una costumbre que comparte con Guardiola, quien siempre ha defendido que, ante la imposibilidad de atender a todo el mundo, prefiere no atender a nadie de manera personalizada. Luis Enrique y Pep limitan sus intervenciones ante los medios a las ruedas de prensa anteriores y posteriores a los partidos.

Pep ha roto su norma en alguna ocasión, como sucedió con Jorge Valdano en su programa “Universo Valdano” en Movistar.

La relación de los seleccionadores con la prensa no siempre ha sido sencilla. Luis Aragonés pasó por momentos complicados en su trato con los medios durante los cuatro años que dirigió a la selección. Aunque en sus comienzos era partidario de una “gran sentada”. como le llamaba él para arreglar los problemas del fútbol español en la que también incluía a los aficionados y a los medios.

Con Javier Clemente la relación sí fue realmente tensa para algún sector de la prensa al que tenía vetado. Era una verdadera guerra y a punto de llegar a las manos con algún periodista de la cadena Ser, a la que consideraba enemiga.

La decisión de Luis Enrique de no conceder entrevistas personalizadas indigna a algunos sectores especialmente por su condición de seleccionador. Pero hay que recordar que la Federación es una entidad privada que se rige por las mismas condiciones que cualquiera de los clubes que no son sociedades anónimas, como el Real Madrid y el Barcelona, que hace tiempo convirtieron sus vestuarios en auténticos búnkers.