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España derrota a Estados Unidos (8-12) y vuelve a pelear por las medallas

Por primera vez los dos equipos de waterpolo, el masculino y el femenino, están a la vez entre los cuatro mejores de los Juegos

Bernat Sanahuja celebra un gol contra Estados Unidos
Bernat Sanahuja celebra un gol contra Estados UnidosJosé MéndezEFE

Sufrió más España de lo que dice el marcador para llegar a las semifinales. Los cuatro goles de ventaja no explican el trabajo que tuvieron que hacer los españoles para llegar hasta ahí y lograr una hazaña histórica, la de meter a los dos equipos, el masculino y el femenino, entre los cuatro mejores de los Juegos.

España comenzó bien, con una gran defensa que hizo que los estadounidenses agotaran el tiempo en dos de sus primeros ataques y que la selección española se pusiera con 3-1 de ventaja, lo que hacía imaginar un partido más sencillo.

Pero los estadounidenses se resistieron, aprovechando las expulsiones de los españoles y después de un parcial de 3-0 con tres goles de Hannes Daube se pusieron por delante (4-3). La situación estaba igualada al descanso (6-6), pero a partir del tercer cuarto todo cambió.

Dani López Pinedo, el portero español, al que le había costado hacer sus primeras paradas, comenzó a frenar los ataques estadounidenses con regularidad. Y el brazo de sus compañeros estaba más suelto en ataque. Sólo dos goles consiguieron los estadounidenses en los dos últimos cuartos. España mantuvo el ritmo y marcó otros seis.

La jugada decisiva llegó en el último cuarto, cuando el estadounidense Luca Cupido regresó antes de tiempo de una expulsión cuando España ganaba sólo por 7-6. El castigo era penalti y una nueva expulsión. Alberto Munárriz marcó y la resistencia de Estados Unidos se hundió definitivamente. Después de un cuarto en el que sólo se había conseguido un gol, llegó la liberación de España.

Luca Cupido, el hombre que había provocado el penalti, marcó para acercar a Estados Unidos. A partir de ahí se impuso la superioridad española y llegaron cuatro goles más. El ultimo, de Fran Fernández, demuestra la desesperación de los estadounidenses, que habían decidido jugar sin portero y permitieron que el jugador español marcara a portería vacía.

Los cuatro goles de ventaja finales esconden la dureza del camino que tuvieron que atravesar los españoles. Ya están en semifinales, un territorio que la selección masculina no ha pisado en el siglo XXI. La última vez fue en Sydney 2000, cuando Yugoslavia la dejó fuera del podio. Los cuartos de final habían sido su techo desde entonces. Ahora vuelve a estar en la pelea por las medallas.