Waterpolo
España no puede con Estados Unidos (14-5) y se conforma con la plata
Las estadounidenses fueron muy superiores y no dieron opción a las españolas, que nunca pudieron aspirar al oro
Roser Tarragó lloraba en el banquillo después de sufrir la tercera expulsión y quedar eliminada del partido. Ella es una de las supervivientes de la final de Londres 2012, una de las que buscaba la revancha contra Estados Unidos. Pero esta vez el golpe fue más fuerte.
España se sentía capaz de competir, de dar el salto hacia el oro olímpico, el único que le falta al waterpolo femenino español. Han sido campeonas de Europa y del mundo, pero el primer escalón del podio en los Juegos pertenece a Estados Unidos.
Nunca se han bajado del podio las estadounidenses desde que el waterpolo femenino compite en los Juegos. Comenzaron en Sydney 2000 con una plata y después de un bronce y otra plata encadenan tres oros consecutivos desde que derrotaron a España en la final de Londres 2012.
Pero esta derrota es más dura. Porque ya no es una sorpresa que España llegue hasta la disputa del oro y porque nunca tuvo opciones la selección española ante el vendaval estadounidense, que demostró una superioridad aplastante desde el primer cuarto. El 4-1 del primer parcial ya indicaba que el partido iba a exigir un esfuerzo sobrehumano para poder aspirar al oro. Y ni siquiera así.
Nunca supo España cómo atacar la defensa estadounidense, siempre preparada para taponar los lanzamientos. Anni Espar no consiguió marcar y a la joven Elena Ruiz le costaba encontrar un hueco entre los brazos de las estadounidenses para llegar a la portería. Asleigh Johnson, la portera, estaba muy bien protegida por sus compañeras, pero cuando le tocaba actuar respondía siempre con seguridad.
Las estadounidenses aprovechaban las superioridades y, aunque España se esforzaba, era incapaz de contener sus ataques. Laura Ester, un seguro siempre en la portería, no podía frenar los lanzamientos de las rivales.
En el segundo cuarto España consiguió mantenerse en el partido. Los dos goles de Maica García y el de Bea Ortiz igualaron los de las estadounidenses y la selección de Miki Oca, al menos, consiguió que no creciera la diferencia. El técnico español tuvo que pedir un tiempo muerto para cortar la hemorragia. España comenzaba a conectar con sus boyas, una tarea que había sido imposible en el primer parcial, y la esperanza se mantenía con el 7-4 en el marcador.
Pero el partido quedó decidido ya en el tercer cuarto. España no fue capaz de anotar y las estadounidenses consiguieron cinco goles que sentenciaban el oro. Las españolas se sentían impotentes ante las estadounidenses que aprovechaban las superioridades a favor y defendía con efectividad extrema las superioridades en contra. Los cinco goles de Estados Unidos provocaban que se llegara al tramo decisivo con un 12-4 imposible de remontar para las españolas.
Los últimos ocho minutos eran ya un trámite. Miki Oca dio la oportunidad a la portera suplente, Elena Sánchez, de disputar unos minutos en la final de los Juegos. Lo mismo hizo Estados Unidos en su portería, lo que aprovechó Elena Ruiz para marcar el único gol de España en la segunda parte. Dos más marcó Estados Unidos para el 14-5 final.
Una derrota dolorosa que, sin embargo, proporciona una medalla de gran valor. España ha participado tres veces en los Juegos Olímpicos y la recompensa es de dos medallas de plata. Por eso, las lágrimas de final se convirtieron en sonrisas en el podio.
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