Histórico
El día que la Selección Catalana se puso a los pies del Real Madrid
En 1956, un combinado de los tres clubes de la capital catalana rendía tributo a los blancos por su primera la Copa de Europa.
Hoy en día, cuando política y fútbol parecen un binomio inseparable, las esteladas ondean en el Camp Nou y se han podido ver en las gradas del coliseo blaugrana la pancarta “Catalonia is not Spain”, sería impensable un partido de estas características, pero ocurrió. En septiembre de 1956, Barcelona se rindió ante los flamantes campeones de Europa en lo que se denominó el “partido de la amistad”.
El 13 de junio de 1956, el Real Madrid ganó su primera Copa de Europa tras vencer en la final al Stade de Reims. Tras este logro histórico, el Madrid recibió la invitación para jugar un partido en Les Corts, el viejo estadio del Barça (el Camp Nou entraría en funcionamiento al año siguiente), contra la selección catalana.
El evento se celebró en Barcelona como homenaje al Real Madrid primer campeón de Europa, a sugerencia de Diego Ramírez Pastor, presidente de la Asociación de la Prensa de Barcelona, una iniciativa que fue avalada de inmediato por don Agustín Pujol - presidente de la Federació Catalana de Futbol y delegado de España en la UEFA - y por el presidente del C de F. Barcelona, don Francisco Miró-Sans.
El rival del Madrid fue un combinado de jugadores de los tres clubes de la ciudad en Primera: el Barça, el Español y el Condal. Este último, fundado en el barrio de Hostafrancs en 1934 como Sección Deportiva La España Industrial, en 1956 cambió su denominación para jugar en la Primera División de España. Durante la mayor parte de su historia fue filial del F. C. Barcelona. En 1970 se fusionó con otro filial barcelonista, el Atlético Cataluña CF, para formar el F. C. Barcelona “B”. El seleccionador fue Pedro L. Lasplazas, que había sido seleccionador nacional, y que durante muchos años lo fue de la selección catalana o la barcelonesa.
Barcelona debe aplaudir a los vencedores
Según recoge “La galerna”, con motivo de la consecución del título europeo, el periódico barcelonés “Solidaridad Nacional” publicó un artículo firmado por Ramírez Pastor, titulado “El Real Madrid merece un homenaje”. Allí se afirmaba que “los once hombres del Real Madrid han demostrado que su condición de profesionales no es incompatible con la práctica de las virtudes deportivas; y aunque vistieran los colores de determinado club, han sido, en realidad, exponente vivo de nuestras condiciones raciales. Por esta causa, y sin perjuicio del homenaje que Madrid dedique a sus favoritos, entiendo que este equipo, al que podemos llamar campeón de Europa, merece otro homenaje de mayor amplitud y significación. Y creo que debe ser Barcelona—la gran rival de Madrid en las competiciones deportivas—la que brinde a los vencedores la ocasión de que el público les aplauda”.
La selección catalana jugó con Ramallets; Argilés, Biosca, Gracia; Bosch, Vergés; Tejada, Villaverde, Sampedro, Moll y Arcas. Argilés y Arcas eran del Espanyol, los restantes, del Barça. El Madrid jugó con Berasaluce; Atienza II, Marquitos, Lesmes II; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Kopa, Di Stéfano, Rial y Gento.
La propuesta de un homenaje de Barcelona emocionó enormemente a Santiago Bernabéu porque llevó consigo un regalo. Acabó prometiendo que Kopa debutaría con el Real Madrid en ese partido y lo cumplió. La presencia del futbolista francés fue el principal foco de atención en la previa al partido. La Delegación Nacional de Deporte aun no se había pronunciado sobre su fichaje -en medio de la polémica de la “internacionalización” puesta en marcha por el presidente merengue-, pero el jugador voló hasta Barcelona desde Francia exclusivamente para participar. El deportista francés fue recibido en el aeródromo de El Prat por el presidente del Real Madrid, don Santiago Bernabéu; por el del C. F. Barcelona, don Francisco Miró Sans; por el tesorero madridista, Raimundo Saporta, y por el secretario técnico del C. F. Barcelona , don José Samitier, además de periodistas y fotógrafos desplazados para la ocasión.
El día del partido, disputado el 1 de septiembre, fue una sucesión de cortesías: visitas a las obras de los estadios catalanes -ampliación de Sarría y el futuro Camp Nou-, vino de honor en la Asociación de la Prensa, comida de fraternidad en el Hotel Avenida, donde se lee un escrito de adhesión de la Casa de Cataluña y por supuesto, hubo fútbol. A las 21.30, en Les Corts, jugarían el Barça juveniles contra los juveniles de la Casa de Madrid en Barcelona. Y a las 23.00, la selección catalana y el Real Madrid.
Cabe destacar que cuando Francisco Franco llegó al poder, la selección catalana pasó a un segundo plano. Con la centralización del sistema político, se desechó cualquier posibilidad de reivindicar la posibilidad de que Cataluña jugara de forma independiente. En esos momentos, el combinado a cargo de la Federación pasa a llamarse Selección de Barcelona en los pocos partidos internacionales que disputó, mientras que en partidos regionales mantuvo el nombre de Cataluña.
Sin embargo, lo de de llamar al combinado barcelonés Selección Catalana aparece literalmente en el Boletín Oficial del Real Madrid de Octubre de 1956 bajo el título “7-3: El Real Madrid venció a la selección catalana en un partido nocturno que tuvo como escenario el Campo de Las Corts”. Allí también se puede leer que “la afición catalana ovacionó a los campeones de Europa al empezar y terminar el partido. Y subrayó con aplausos varias brillantes jugadas madridistas”.
El día del partido, la prensa anuncia el no hay billetes, “para evitar molestias innecesarias a los que pretendan adquirirlos a última hora”. Los dos equipos se retrataron mezclados antes del partido, que resultó un espectáculo soberbio, con victoria del Madrid por 7-3. Diez goles bajo los focos de Les Corts y ante 60 000 espectadores.
Goleada blanca y gran ovación
El Madrid gana 3-7 y se retira entre una gran ovación. La prensa barcelonesa del día siguiente no escatima elogios al juego del Madrid y refleja el éxito de la propuesta de Bernabéu en favor de la nueva época, la del “fútbol espectáculo”.
¿Se imaginan a los medios deportivos catalanas haciendo hoy en día una la del Real Madrid? ¿Alabando su grandeza? Pues eso, también ocurrió. Al día siguiente, la prensa catalana se deshizo en elogios, según recoge el periodista Alfredo Relaño en su libro “366 historias del Fútbol Mundial”, en la reseña del 3 de Septiembre: «Entre lo mucho y bueno que vimos hay algo que no puede silenciarse: la eficacia y la belleza del juego que practica el equipo blanco (…)» o «Ha sido un gran homenaje en el que ha quedado reflejada la admiración y cariño con que se han seguido las gestas del equipo merengue en Europa (…) podía leerse en diarios como Mundo Deportivo o La Vanguardia.
Hoy en día sería algo inimaginable pero la historia es tozuda y nos recuerda que las relaciones entre el Real Madrid y el FC Barcelona no siempre fueron como las conocemos.
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