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El Atlético “juega” con el Barça y deja muy tocado a Koeman (2-0)

El conjunto de Simeone fue mejor y más contundente que el rival azulgrana. Los culés tuvieron la pelota, pero no supieron qué hacer con ella

Los jugadores del Atlético celebran el gol de Lemar
Los jugadores del Atlético celebran el gol de LemarGonzalo Pérez MataLa Razón

El Barcelona se hunde y el Atlético avanza hacia su mejor versión. Como si la remontada en Milan le hubiera cambiado el ánimo y el rumbo, ése que ahora tiene perdido el Barcelona. Puede que el rival ayude, por su situación y por la motivación que supone especialmente para algunos jugadores rojiblancos. Cuando Luis Suárez marcó hizo un amago de pedir perdón. Un gesto sutil con las manos por las buenas cosas que en el pasado disfrutó en el Barcelona, pero no había en el césped un futbolista que tuviera más ganas de marcar. Y lo demostró de manera inmediata, abrazando a todos sus compañeros y dando un beso a Lemar para agradecerle el pase. Había lamentado poco antes el uruguayo una ocasión fallada en un mano a mano con Ter Stegen. Eligió mal el disparo después de una extraordinaria jugada entre Lemar y Joao Félix, pero siguió buscando y encontró el premio.

Era el segundo del Atlético, que desarmó al Barcelona con su presión y lo remató con la velocidad y la precisión de sus contraataques. Para eso era fundamental la sociedad que formaron Lemar y Joao Félix. El portugués fue una pesadilla para la defensa barcelonista. Mingueza tenía que ocuparse de las subidas de Carrasco y muchas veces el «7» rojiblanco se encontraba con uno de los centrales, que eran incapaces de seguirlo. El francés ha encontrado en ese puesto de interior su lugar en el Atlético. Desde ahí llega al gol, pero sobre todo aprovecha su visión de juego y su precisa zurda.

Con ellos tenía bastante para armar el ataque. Ni siquiera utilizaba en exceso el Atlético las bandas. El belga y Llorente no participaban en ataque con la frecuencia que acostumbran y Simeone corrigió en el equipo en el descanso con la entrada de Trippier por Lemar para aprovechar la velocidad y la llegada de Llorente.

Oblak miraba el partido desde lejos, sin nadie que lo inquietara. El Barcelona juntó en el centro del campo al joven Nico con Busquets en el doble pivote. Gavi y De Jong se ocupaban de las bandas, pero el único que llegaba era Coutinho, Antes de la ocasión fallada por Luis Suárez remató con el exterior una pelota que salió junto al poste. Un espectacular gesto técnico que quizá merecía algo más. El brasileño fue el único que hizo trabajar al guardameta del Atlético en la segunda mitad, inmediatamente antes de que Koeman ordenara su cambio por Ansu Fati. Lo primero que hizo el internacional español fue lanzar una falta a la grada. Ha heredado el «10» de Messi con todos los extras.

Pero no cambió el partido por más que Koeman removió el equipo con Riqui Puig y con Luuk de Jong. Pero el Atlético es inalcanzable para este Barça convertido en un equipo experimental repleto de futbolistas con más futuro que peso en la actualidad. No encontró la manera el Barcelona de llegar hasta el área rojiblanca muy bien protegida. No daba la sensación de fragilidad de partidos anteriores. Koke robó el balón del 2-0 y Hermoso siempre sacaba la pelota con acierto.

De poco servía al Barcelona acercarse al 70 por ciento de posesión. El Atlético defendía casi en su área en la segunda mitad, pero sus ataques tenían más fuerza. Y para que no la perdieran, Simeone metió en el campo a Correa y a Griezmann en lugar de Joao Félix y de Luis Suárez. Quería piernas frescas para rematar el partido, aunque no se movió el marcador. En los cambios hubo aplausos para todos, pero Griezmann sigue escuchando pitos como el primer día. Ahora se mezclan con aplausos, pero se hacen notar. No hubo pitos al final, cuando los jugadores del Atlético dieron la vuelta al campo para saludar a su afición, que disfruta de su nueva normalidad viendo ganar a su equipo.