Fútbol

Así han sido la patada y los gritos de Mbappé en su lesión antes del Real Madrid-PSG

El delantero ha sufrido un golpe en el último entrenamiento y es probable que no llegue a tope al partido de la Champions

Kylian Mbappe
Kylian MbappeCHRISTIAN HARTMANNREUTERS

Gueye llega tarde y en vez de dar al balón, lo que hace es pisar con fuerza el pie de Mbappé, que se tira al suelo con muchísimo dolor, como reflejan sus gritos.

Esa imagen sucedió ayer, en el entrenamiento y todo el PSG tembló. Lo primero que pensaron en el club francés es que había sufrido una fractura y por tanto era baja irremediable para el partido de mañana. Por eso le hicieron pruebas deprisa y corriendo y con cierto alivio vieron que no tenía nada roto. «El examen clínico es tranquilizador», decía el informe médico que confirmaba la baja de Sergio Ramos. Pero el golpe es muy grande y aún le quieren hacer más pruebas para determinar qué le sucede. Es decir, que a falta de menos de 48 horas para el choque de vuelta de la Champions el jugador más decisivo en el primer partido de la eliminatoria puede que no esté y si está, es evidente que no lo va a hacer en las mejores condiciones. Después del primer encuentro que hizo, de cómo volvió loco a Carvajal, la ausencia de un Kylian Mbappé hipermotivado o por lo menos, su molestia, grande o pequeña, es un pequeño alivio para el Real Madrid, que va viendo cómo la suerte, según pasan las horas, se va acercando a su bando.

El equipo de Ancelotti acabó el choque de París sintiéndose inferior al rival y contento con haber recibido sólo un tanto. Además, por tarjetas, perdía a Casemiro y a Mendy, dos de los mejores futbolistas defensivos de la plantilla. Y por el camino, la lesión de Kroos, que está haciendo todo lo posible por jugar. Tanto que es posible que no se decida si juega hasta horas antes del choque. Todo era malo, sin embargo, la victoria contra al Real Sociedad dejó tan buenas sensaciones que en el entorno y en el vestuario han cambiado el ánimo radicalmente: «Estos jugadores están acostumbrados a este tipo de partidos. Salimos bastante reforzados del partido contra la Real Sociedad. Todo salió bien y tenemos mucha ilusión, ganas y motivación», reconocía ayer Ancelotti, en los medios del club, y antes de que saltase la noticia de la posible lesión de Mbappé en el entrenamiento.

Si es grave o lo suficientemente fuerte como para no poder jugar el partido en plenitud, Pochettino va a tener que cambiar un plan que tenía. El entrenador había diseñado algo distinto en las estrategia, según reconoció en una entrevista a Efe. «Hay una pequeña ventaja del partido de ida», decía haciendo referencia al tanto a favor con el que llegan a Madrid y añadía que tenía «un plan estratégico diferente al de hace tres semana. Esperamos que ese plan pueda dar el efecto que pensamos». Pero eso no suponía cambiar a los hombres de ataque: «Los esfuerzos ahí estuvieron por parte de Kylian, de Leo y por supuesto de Angel y veremos si Ney va a participar el miércoles. Ney también puede hacer los esfuerzos que demande el equipo en la fase de cuando el equipo no tiene el balón», continuaba el entrenador argentino antes de que en el entrenamiento, esta fase de su plan esté ahora en duda.

Quería a Neymar como refuerzo, pero si Mbappé no está puede que el brasileño sea titular para que el ataque no pierda calidad y siga imponiendo al rival. Otra opción es jugar con un delantero como Icardi, para tener un delantero centro.

Lo que es evidente es que sólo una fuerte lesión va a impedir que Mbappé dispute el encuentro del miércoles por la noche. El Bernabéu se va a llenar porque quiere revivir el aire nostálgico y febril de las remontadas, pero también porque la afición madridista no quiere perderse al que tiene muchísimos número de ser su futbolista estrella en el futuro. Mbappé lo sabe. Cuando ha estado en el Bernabéu, su papel ha sido secundario, sin poder lucir sus habilidades. No atraía los focos como ahora. Leonardo, el director deportivo del PSG, dijo, en una entrevista, que era el jugador principal de la plantilla y ante el choque de mañana el estadio madridista tiene un sentimiento extraño: le teme tanto como le desea.