Guerra

Las polémicas de Svetlana Khorkina: histórica gimnasta, diputada de Putin y promotora de la “Z”

La “reina de las barras asimétricas”, defensora de la guerra, ya provocó un gran revuelo al afirmar que el coronavirus era un “castigo de Dios” por el maltrato de Occidente a Rusia

La invasión rusa de Ucrania ha supuesto un mazazo también para el mundo del deporte. Numerosos atletas rusos, bielorrusos y ucraniano se están viendo afectados por la escalada militar provocada por la invasión rusa en tierras ucranianas. La dramática situación que viven los civiles en Ucranianos deja cada día cientos de relatos de atletas que tuvieron que dejar todo lo que tenían y más y partieron sin nada en el primer transporte que encontraron para dejar su tierra. Algunos, como el ex tenista ucraniano Sergiy Stakhovsky (fue 31° del mundo en 2010) o el ex campeón del mundo de boxeo Vasyl Lomachenko se han alistado en el ejército. Otros viven la situación con miedo e indignación.

Sin embrago también hay deportistas que se han posicionado al lado de Putin y han criticado con dureza la expulsión de atletas rusos y bielorrusos de las competiciones.

El pasado fin de semana, el ruso Iban Kuliak provocó un sonoro escándalo en la Copa del Mundo de gimnasia disputada en Doha. Tras lograr el bronce, el gimnasta subió al tercer cajón del podio y en su maillot se podía ver la “Z” visible en los carros de combate y vehículos blindados con los que Rusia ha invadido Ucrania. Su significado, en teoría, es “A por la victoria”.

Pero Kuliak no es el único gimnasta ruso que ha mostrado su “patriotismo”. La que fuera leyenda de la gimnasia rusa Svetlana Khorkina también se ha convertido en una de las promotoras de este símbolo. La ex gimnasta publicó en redes sociales el mensaje “Campaña de todos los que no están avergonzados de ser rusos. Difundámoslo”, animando a convertir la “Z” en un símbolo de todos sus compatriotas en internet.

Una polémica carrera

Y es que la veterana atleta de 43 años, que tiene el grado de coronel en el ejército ruso y está casada con un general 23 años mayor que ella, es una firme defensora de las políticas del Kremlim.

Nacida el 19 de enero de 1979 en Belgorod, Rusia, fue dos veces campeona olímpica en Atlanta 96 y en Sydney 2000, amén de otras cinco medallas (platas y bronce) y numerosos campeonatos del mundo y de Europa es todo un referente en su país donde la apodaron la “reina de las barras asimétricas”.

Retirada de la competición en 2004, Khorkina no ha parado. Ese mismo año se convirtió en vicepresidenta de la Federación Rusa de Gimnasia. Miembro del partido Rusia Unida (el de Putin) desde 2003, en 2007 fue elegida diputada del parlamento ruso, la Duma, donde ejerció como vicepresidenta del comité de Juventud. En julio de 2005, tuvo su primer hijo, Svyatoslav, en Los Ángeles (EE UU), tras lo que obtuvo la nacionalidad estadounidense.

El Covid, un “castigo divino”

Firme defensora de Vladimir Putín, su apoyo a la invasión de Ucrania no ha sido su única polémica. En marzo de 2020, en plena crisis mundial por la pandemia de COVID-19, alcanzó una gran notoriedad mediática tras manifestar que el coronavirus y el consiguiente aplazamiento de los JJ. OO. de Tokio eran un «castigo divino» por el trato de Occidente hacia su país: «No se puede enfadar a Rusia, incluido a nuestros deportistas. No es casualidad que nuestro himno diga que Dios protege nuestra tierra», declaró al diario Sport-Express.

Khorkina vinculó directamente el coronavirus, «esa asquerosidad mortal», con las «tergiversaciones políticas» contra su país. En la misma línea criticó al Tribunal de Arbitraje Deportivo por las sanciones a Rusia tras el escándalo del dopaje masivo de atletas.

La ex gimnasta aseguró que el aislamiento internacional del deporte ruso por connivencia con el dopaje dictaminado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) es consecuencia de una campaña política occidental para contener a Rusia.

En su perfil de Instagram se pueden ver mensajes contra la suspensión a los atletas rusos, fotografías con Vladimir Putin o felicitaciones al Ejército: “Nuestros queridos defensores de la patria”.