Invasión Rusia

Del deporte a la resistencia: los héroes más longevos de la guerra de Ucrania

Giorgi Dzanghirian de 83 años, ex presidente de la Federación de Rugby ucraniana, no ha dudado en tomar las armas par defender a su país. Leonid Stanislavskyi, el tenista más viejo del mundo, se resiste a abandonarlo.

Leonid Stanislavskyi, junto a Rafa Nadal, y Giorgi Dzanghirian
Leonid Stanislavskyi, junto a Rafa Nadal, y Giorgi DzanghirianTwitterLa Razon

Son el claro ejemplo de que la edad no es excusa para luchar por aquello que realmente se ama. La invasión rusa de Ucrania ha supuesto un mazazo también para el mundo del deporte. Numerosos atletas rusos, ucranianos y de los países vecinos se están viendo afectados por la escalada militar provocada por la invasión rusa en tierras ucranianas. La dramática situación que viven los civiles en Ucranianos deja cada día cientos de relatos de atletas que tuvieron que dejar todo lo que tenían y más y partieron sin nada en el primer transporte que encontraron para dejar su tierra. Otros, como el ex tenista ucraniano Sergiy Stakhovsky (fue 31° del mundo en 2010), Yuriy Vernydub, entrenador del Sheriff Tiraspolo el ex campeón del mundo de boxeo Vasyl Lomachenko se alistaron en el ejército.

Todos sus relatos han conmovido al mundo del deporte pero los protagonistas de esta historia se han convertido en todo un ejemplo de la resistencia ucraniana, en auténticos héroes que demuestran que querer es poder y que los años no cuentan cuando te va la vida en ello. Giorgi Dzanghirian y Leonid Stanislavskyi son los rostros deportivos más longevos de esta guerra.

El sueño de jugar con Nadal

Tan solo unos meses después de cumplir su sueño de jugar un partidillo frente a Rafa Nadal, el tenista ucraniano Leonid Stanislavskyi, de 97 años, solo piensa en sobrevivir en la que es su patria.

De hecho, el tenista balear le ha mandado un emocionado mensaje a través de Instagram: “Querido Leonid, desde la #RafaNadalAcademy te enviamos toda nuestra fuerza y apoyo en estos momentos difíciles.. Nos hizo mucha ilusión tu visita a la Academia el año pasado. ¡Esperamos que cuando todo esto acabe puedas volver a Mallorca a jugar en nuestras pistas!”.

Ingeniero en la II Guerra Mundial

El ucraniano vive su peor pesadilla estos días en Jarkov mientras las fuerzas rusas bombardean la ciudad. Stanislavskyi, quien tiene el récord Guinness como el tenista más viejo del mundo, se niega a abandonar su casa, a pesar de la insistencia de su hija que está en Polonia: “Tengo que llegar a los 100. Tengo que sobrevivir a esta situación aterradora. Tengo provisiones, la nevera está llena. Estoy en mi casa y no iré a ningún lado”.

Stanislavskyi sabe muy bien lo que es la guerra. Sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial -era un ingeniero que ayudó a construir aviones de combate soviéticos para luchar contra los nazis- y aún no se cree lo que esta pasando: “Nunca pensé que tendría que vivir otra guerra más aterradora en la que las madres pierden a sus hijos y las esposas pierden a sus hijos y a sus maridos”, sentencia.

Del Rugby a las armas

Giorgi Dzanghirian ha dado un paso más. Tiene 83 años, fue presidente del rugby de Ucrania y no ha dudado en unirse al ejército para defender a su país en la guerra con Rusia.

La noticia fue difundida por el presidente de Rugby Europa, Octavian Morariu, mediante su cuenta de Twitter. El jefe de la entidad expresó su respeto por el exdirigente de 83 años quien siempre ha sido reconocido por su gran labor dentro y fuera del campo.

Giorgi Dzanghirian
Giorgi DzanghirianTwitterLa Razon

“Se trata de Giorgi Dzhangirian, expresidente de la Unión Ucraniana de Rugby, de 83 años, defendiendo a su país”, escribió Morariu en sus redes sociales e inmediatamente la publicación de se volvió viral y los usuarios aplaudieron la “noble acción”.

Dzhangirian fue un jugador que militó en el Sokil Rugby Lvi. De acuerdo con Le Parisien, este club está participando activamente en la defensa de Ucrania contra los ataques de Rusia e incluso la sede del equipo funciona como “refugio” de tránsito para los ciudadanos que tratan de huir a Europa occidental. Se les ofrece cama y comida.