Rusia
Del dopaje a la fortuna oculta: la sombras de Alina Kabaeva, la novia olímpica de Putin
Es una de las deportistas más condecoradas en la historia de la gimnasia rítmica y para los servicios de inteligencia de medio mundo la encargada de ocultar la fortuna secreta del presidente ruso.
Mientras la invasión rusa de Ucrania sigue haciendo estragos entre la población civil y el mundo vive pendiente de un solo solo hombre, Vladímir Putin, la que fuera oro olímpico se ha colocado en el punto de mira internacional y no solo por su vínculo con el mandatario ruso. Su ascenso meteórico en el entramado empresarial ruso, sus millonarios ingresos y el patrimonio acumulado en los últimos años están siendo analizados en detalle por los servicios de inteligencia de medio mundo. Alina Kabaeva podría ser sancionada por la UE en los próximos días y en Estados Unidos la ven como la guardiana de la fortuna oculta por el presidente ruso alrededor del planeta. Y es que la gimnasta amante de Putin tiene una brillante historia en la que no le faltan las sombras.
Alina Kabaeva, de 38 años es una leyenda en Rusia. Campeona olímpica en 2004, es una de las deportistas más condecoradas en la historia de la gimnasia rítmica. Años después de su oro, la excampeona mundial acaparaba los focos y se convertía en el objetivo más codiciado de los paparazzi rusos. Pero, esta vez nada tenía que ver con sus logros deportivos sino con la relación sentimental que mantiene con Vladímir Putin, de 69 años, y que nunca ha sido confirmada oficialmente. De hecho, en 2008, el periódico ruso Moskovsky Korrespondent publicó una historia que informaba que Putin se había divorciado de su esposa y estaba dispuesto a casarse con Kabaeva, historia que fue negada por el Kremlin y que le costó el cierre al periódico.
El escándalo de dopaje
Alina debutó internacionalmente en 1996. En 1998, a los 15 años de edad, tuvo una sorprendente victoria en los Campeonatos de Europa, celebrados en Portugal, siendo la más joven de un equipo con reputadas estrellas como Amina Zaripova. En 1999 fue campeona europea por segundo año consecutivo, y obtuvo el título mundial en Osaka, Japón. Acabó ganando cinco campeonatos europeos y otro título mundial en 2003 en Budapest, Hungría.
En los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, en su segunda intervención se le cayó el aro y tuvo que salir a buscarlo fuera del área de ejercicios. Acabó con medalla de bronce con una puntuación final de 39.466 (cuerda 9.925, aro 9.641, pelota 9.950, cinta 9.950). En los Goodwill Games de 2001, celebrados en Brisbane, Australia, ganó el oro en pelota, mazas y cuerda, y la plata en el concurso individual y aro. Sin embargo su triunfo quedó empañado. Alina y su compañera de equipo, Irina Cháshchina dieron positivo en un diurético prohibido (furosemida) y les quitaron las medallas.
En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 ganó el oro. En octubre de ese mismo año, Alina anunció su retirada del deporte.
Su asalto al poder
No pasó mucho tiempo hasta que dio el salto a la política, convirtiéndose en diputada por el partido oficialista Rusia Unida, donde estuvo seis años en la Duma.
Pero más sorpresa causó cuando anunció en 2014 que dejaba el cargo para dirigir el directorio del National Media Group (NMG). Para hacerle sitio en la cúpula, desplazaron a Kirill Kovalchuk, nada menos que sobrino de Yuri Kovalchuk, hombre detrás de NMG, principal accionista de Rossiya Bank y uno de los asesores más cercanos de Putin.
Por ese entonces, el holding poseía el 25% del Canal Uno, la principal cadena de televisión rusa controlada por el Estado, y también tiene participaciones en otros canales y periódicos, incluida una cuota mayoritaria del influyente diario Izvestia. Desde entonces se ha expandido y actualmente posee una parte de VK, la mayor empresa de redes sociales del país.
Cuando se confirmó el nombramiento de Kabaeva, no se dieron detalles sobre las cualificaciones que la hacían idónea para el cargo. Es cierto que anteriormente fue presentadora de un programa de televisión, pero no se le conocía experiencia en la gestión de medios de comunicación. Pero en esa época, ya estaban desatados los rumores de un vínculo con Putin, que había anunciado su divorcio el año anterior.
En 2008, el periódico Moskovsky Korrespondent afirmó que Putin estaba separado de su esposa Lyudmilla (madre de dos hijas de las que se conoce poco) y planeaba casarse con Kabaeva. Un tiempo después, el diario desapareció. Cuando una reportera le preguntó sobre los rumores, el presidente respondió con furia: “Siempre reacciono mal con aquellos que meten sus narices mocosas y sus propias fantasías eróticas en la vida delos demás”. La periodista se retiró llorando.
Desde el Kremlin lo negaron una y otra vez pero los rumores no se detuvieron. Y la ascendente carrera de Kabaeva, tampoco.
Salario millonario y patrimonio inmobiliario
NMG ha tenido, como se esperaba, un rol clave en la defensa de Putin en el marco de la invasión a Ucrania, tachando de propaganda a todas las denuncias ucranianas sobre posibles crímenes de guerra.
A inicios de marzo, Kabaeva rompió el silencio para criticar las medidas que afectaban a los deportistas rusos y la ex gimnasta aseguró que lo que el Kremlin hacía era “proteger al Donbás y Lugansk de los nazis”, en línea con la retórica oficial.
Según informaron medios en 2018, su salario rondaba los 10 millones de dólares por año. Pero esa imponente suma no toma en cuenta los jugosos negocios que se llevan adelante en el círculo íntimo de los oligarcas y los favores que van de la mano. Documentos reportados por la Fundación Anticorrupción (dirigida por el opositor Alexei Navalny) señalan que ha recibido varias propiedades en Moscú y San Petersburgo, varias veces a través de su familia, de parte de poderosos empresarios cercanos al presidente. También, aseguran que viaja en los mismos aviones que los amigos de Putin.
En concreto, desde 2013, Kabaeva y su familia han adquirido al menos seis apartamentos, dos casas y terrenos en las regiones más exclusivas de Rusia, incluida una propiedad de 700 metros cuadrados en San Petersburgo y apartamentos de lujo en una de las calles más exclusivas de Moscú, según una investigación de Open Media.
Según este informe se le entregaron hasta 6 apartamentos, dos casas y 70 acres de tierra en cuatro regiones a Kabaeva y sus familiares.
En 2018, Alina Kabaeva registró por primera vez propiedades en Rublyovo-Uspenskoye, una de las zonas más elitistas a las afueras de Moscú. Hasta ese momento, todos los bienes inmuebles de la familia de la presidenta de la junta directiva de National Media Group estaban registrados principalmente a nombre de sus parientes.
En 2021, la ilegalizada Fundación Anticorrupción de Navalni publicó un documental de investigación sobre la fortuna de Putin, El Palacio de Putin: historia del mayor soborno. En él se citaba en el capítulo 7, Mujeres, a Kabaeva como una de las personas instrumentales para la financiación del palacio secreto.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos cree que Kabaeva gestiona una fortuna inmensamente mayor, propiedad de Putin, en intereses repartidos por todo el mundo.
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