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¿Qué es el Flatline? Descubre el entrenamiento mortal que solo puede hacerse con un médico al lado

Los participantes están obligados a firmar un documento de exención de responsabilidad del gimnasio y con el cual autorizan la donación de sus órganos en caso de ocurrir lo peor.

Flatline, el entrenamiento más peligroso del mundo
Flatline, el entrenamiento más peligroso del mundoInstagramlarazon

Flatline es una lucha contra uno mismo, llevar al cuerpo hasta el extremo de lo que puede aguantar, incluso corriendo el riesgo de pasar sus límites y dejarse la vida en ello. Así es la rutina de entrenamiento que presume de ser la más difícil del mundo.

“Es el más exigente porque combinamos rutinas que son de por sí muy difíciles y las juntamos en un circuito que hace que sea casi imposible finalizar la clase”, explicó Firas Iskandarani, uno de los entrenadores de la cadena de gimnasios GymBox, el centro londinense que diseñó esta rutina de entrenamiento en 2016.

Su nombre hace alusión al momento en el que un monitor cardíaco no detecta más señales de vida, y en lugar de marcar el pulso del paciente presenta la tan temida línea horizontal. Pero parece que no lo bautizaron así solo para asustar, sino que la amenaza va en serio.

“Ni pienses en venir a esta clase si no estás 100% confiado de la capacidad de tu cuerpo a ser exigido al máximo absoluto de sus posibilidades, y probablemente más allá”, advirtió David Cooper, una de las mentes detrás de esta rutina sencillamente brutal.

El entrenamiento dura 45 minutos, pero muy pocos logran completarlo. Con un chaleco de 12 kilos encima, los participantes se someten a una prueba de resistencia diagramada en un circuito con pesas, mancuernas, cuerdas, flexiones, pasadas de aceleración y lanzamiento de Atlas Stones –las famosas piedras pesadísimas que son muy comunes en las competiciones que buscan al hombre más fuerte del mundo–. Y todo eso no una vez, sino cinco.

Un documento en caso de muerte

Flatline
Flatline@GymboxLa razon

La dureza es tal que incluso los participantes con mejor estado de forma están obligados a firmar un documento de exención de responsabilidad y con el cual autorizan la donación de sus órganos en caso de ocurrir lo peor.

Es por eso que son vigilados todo momento por paramédicos y se dispone de estaciones de oxígeno a lo largo del circuito. “El riesgo con este tipo de clase es que se puede sufrir de dolores en el pecho, falta de aire, vómitos o en el peor escenario se pueden desmayar o sufrir un paro cardiaco”, alerta la doctora Emma Bradley en el video promocional de su lanzamiento.

“Muchos de nuestros miembros nos venían diciendo que su sueño es lograr un cuerpo por el que puedan morir. Con Flatline estarán más cerca de lo que mucha gente puede pensar”, aseguran sus promotores.