Fútbol

Jutglà y el Brujas arrollan al Atlético (2-0)

El ex jugador del Barcelona dio un gol y marcó otro, Griezmann falló un penalti y marcó un gol que no valió

Jutglà celebra el segundo gol del Brujas
Jutglà celebra el segundo gol del BrujasDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Parece que sí, pero no. El Atlético es capaz de ilusionarse con una victoria ante el Sevilla que le devuelve la autoestima y estrellarse sólo tres días después en Brujas. Sin fuerza, sin intensidad en el juego defensivo, arrollado por el empuje de Jutglà, que dio el primer gol y remató el segundo de su equipo sin que nadie se atreviera a molestarle.

El exjugador del Barcelona es la clave del campeón belga, el máximo goleador y el mejor pasador. Pero es mucho más. Da la sensación de que su fe es la que arrastra a sus compañeros. Ayuda que la acompaña de unos movimientos perfectos como delantero. Entiende siempre la necesidad del juego, Si tiene que ayudar en el centro del campo, recibe y se gira con facilidad para llevar a su equipo hacia arriba. Y en el área sabe dar el paso atrás necesario para ganar terreno al defensa, como hizo en el comienzo de la segunda mitad para terminar con un espectacular remate que despejó Oblak con una parada impresionante.

Era indetectable para la defensa del Atlético, como se demostró en los dos goles. En el primero fue entrando en el área sin que nadie se le echara encima hasta que Molina se tiró al suelo sin éxito; llegó hasta la línea de fondo y entregó el balón a Showah, que sólo tuvo que empujarla. En el segundo fue él quien recibió la entrega de Buchanan para marcar después de que el Brujas entrara en paredes hasta el área como el que va de paseo.

Pero Jutglà no está solo. A su lado estaban Showah y, sobre toido, Buchanan, un extremo canadiense que fue un tormento para la defensa rojiblanca. Y por detrás, Vanaken, el capitán, un futbolista que sorprendentemente nunca ha salido de su país, pero que es el alma de su equipo.

Era mucho más sólido el Brujas y todo parecía ir mal para el Atlético, que perdió demasiado pronto a Marcos Llorente por lesión. Entró Correa en su lugar y todo empezó a descompensarse. Entre la lesión y el gol de Showah rompieron el equilibrio del equipo de Simeone cuando parecía que ya había conseguido poner todo en su sitio. Incluso Griezmann volvió a jugar desde el principio.

Pero no era el día del francés, que en apenas un minuto falló un penalti y marcó un gol que no valió. El penalti lo lanzó al larguero y en el gol estaba adelantado cuando recibió el pase de Koke. Era el día de Jutglà y no el de Griezmann.

Y cuando el Atlético apretaba estaba Mignolet, el guardameta del Brujas, para despejar el peligro. En la misma jugada despejó un lanzamiento de falta de Joao Félix que llevaba muy mala intención y un disparo de Correa desde la esquina que podía confundirse con un centro.

Matheus Cunha animó al Atlético en los últimos minutos. A él le hicieron el penalti que no pudo marcar Griezmann y también la falta que remató Joao Félix. Era mejor el ataque del Atlético con él, pero seguía siendo insuficiente para sacar algo de provecho.

Parecía que sí, pero fue que no. Una vez más para el Atlético, que no es capaz de encontrar la continuidad necesaria para competir con los grandes. En la Liga queda tiempo para rectificar y acabar entre los mejores. En Europa no hay tiempo para echarse a dormir y ya mira de lejos al Brujas y a Jutglà. Demasiado enemigo para un Atlético que anda despistado.