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A Tarrés le duele la eliminación de España: «Me sabe mal por las chicas»

Anna Tarrés, en una imagen de 2013
Anna Tarrés, en una imagen de 2013larazon

Después de la eliminación del equipo español para los Juegos de Río, la exseleccionadora Anna Tarrés ha asegurado en declaraciones a EFE que vive con tal intensidad su profesión que le sabe "mal lo que está pasando", sobre todo "por las chicas"y porque puede haber desaparecido "toda esa magia que se había creado en torno a la sincro". Después del torbellino de declaraciones tras la no clasificación del equipo de España para los Juegos, Tarrés, ahora asistente de la selección ucraniana, la gran triunfadora del Preolímpico de Río, ha aclarado que "no se ha alegrado"por la eliminación de España de los Juegos y no cree que tenga que disculparse por alguna de las declaraciones vertidas.

"¿Si tengo que disculparme? No, no lo creo. He opinado y algunas declaraciones no han sido bien recibidas. Si alguien se ha sentido herido personalmente, sí que pido disculpas. En cualquier caso era un análisis absolutamente objetivo de lo que yo he vivido en el mundo de la sincro", ha aclarado.

Recuerda Tarrés las vivencias con las nadadoras y el conocimiento que tiene de ellas. "Dejé el equipo en unas condiciones y los resultados hoy en día demuestran otras. Mi humilde opinión es, en ocasiones, demasiado clara", ha insistido.

Asegura que vive tan intensamente la sincronizada que a veces se "enciende"por lo que observa y admite que en ocasiones siente "impotencia"de cómo es posible que pasen "determinadas cosas".

"Me sabe mal por las chicas, me sabe mal por el trabajo de los clubes, me sabe mal por las niñas que miran la televisión y por toda esta magia que se había creado en torno a la sincro y que se ha deshecho", ha insistido.

Tarrés reivindica el trabajo de "un grupo de mujeres que nadie conocía", de la sincro "un deporte minoritario y femenino, más cerca del ballet acuático que de un deporte serio", y de cómo habían conseguido salir adelante después de fracasos para "volvernos a levantar y construir un equipo ganador".

"Ya está, no hay nada más que eso", ha resumido la entrenadora que apunta más arriba a la hora de buscar responsables. "Podemos hablar de la polémica entre las nadadoras, el equipo técnico y yo misma y nos dejamos el punto más importante, en un momento dado el señor (Fernando) Carpena -presidente de la RFEN- decide ir a buscar el oro en el dúo, pero si eso supone matar el equipo, me sabe mal", ha dicho.

Sostiene Tarrés que "se empezó a perder algo"aquel día que Fernando Carpena justificó su destitución en la necesidad de realizar cambios en el equipo técnico para ir en busca de la medalla de oro.

"El presidente hace política y no siempre un presidente explica la realidad. Hay gente que vende humo y otros que lo compran", ha dicho gráficamente.

Tarrés dice que para volver a estar en lo más alto, España necesita innovar, "elevar al máximo el punto fuerte del equipo", además de "sorprender en las coreografías".

Admite que no se ha planteado la posibilidad de volver a dirigir en un futuro al equipo español, ni siquiera si se plantearía la posibilidad tras las elecciones a la presidencia de la RFEN que se celebrarán después de los Juegos Olímpicos.

"Ahora estoy centrada en los Juegos Olímpicos y cuando acabe, ya me plantearía lo que tuviera que plantearme. Falta mucho para eso y en ese punto son los clubes los que tienen que decidir y se pueden crear muchos escenarios diferentes, pero ahora todas mis energías está puestas en Ucrania, en los Juegos Olímpicos y en la posibilidad de conseguir una medalla olímpica. Ese es mi reto próximo", ha insistido.

No ha eludido hablar sobre Gemma Mengual y Ona Carbonell. Sobre la primera ha dicho que su opinión es que "con el talento que hay dentro del equipo", ella hubiera realizado otro tipo de elección para acompañar a Carbonell en el dúo.

"Hubiera hecho una apuesta de futuro, con gente joven que tuviera más recorrido, nada más, no he hecho más crítica que ésta. Respeto profundamente la decisión técnica de intentar conseguir una medalla en los Juegos con el regreso de Gemma. Pero si me preguntan qué hubiera hecho yo, digo que hubiera hecho una cosa diferente", ha insistido.

En cuanto a Ona Carbonell, Tarrés no considera acertada la decisión de que la mejor nadadora no formara parte del equipo. "En 2014 pidió hacer solo y duo y se le permitió. Yo no le hubiera permitido eso, la sincro es un deporte de equipo", ha aclarado.

Recuerda Tarrés que en la etapa de Mengual o la posterior de Andrea Fuentes, éstas "lo nadaban todo"y cree que es posible que haya faltado "en algún momento"la cultura del superesfuerzo.

"Conseguir dos medallas olímpicas supone mucho esfuerzo. ¿Cuántos deportistas tienen opción a conseguir dos medallas olímpicas? Es una oportunidad que tienen solo algunas nadadoras de sincro escogidas y pienso que se tiene que luchar", ha recordado.

Prevé un largo camino para que España vuelva a lo más alto y advierte que en el caso de algunas selecciones se ha prolongado durante un par de ciclos olímpicos.

Pese a la incontinencia verbal mostrada en muchas ocasiones, a Tarrés le duele lo que está ocurriendo en la sincro española, un proyecto que siente propio pese a todas las vicisitudes vividas desde que en 2012 fue despedida de su cargo.

Ahora, como directora técnica del Club Kallípolis de Barcelona, viaja a Valladolid donde este fin de semana se disputa el Campeonato de España, en una competición en la que coincidirá con parte del equipo técnico español y también con el presidente de la RFEN. Cosas del destino. Efe