Champions League
Ambición con paciencia
El Barça buscará el imposible de remontar el 4-0 ante el PSG sin volverse «loco»
El Barça buscará el imposible de remontar el 4-0 ante el PSG sin volverse «loco»
¿Cómo afrontar un imposible? El Barcelona está obligado a marcar goles para intentar remontar al PSG. Un mínimo de cuatro. Pero salir a la desesperada, como si fuera el último minuto, supone correr riesgos y poder encajar un tanto que convierta los cuatro necesarios para seguir vivos, en seis. Entonces ¿mejor la locura o mejor la calma?
Hablan los que han vivido algo parecido (que no igual, porque nadie ha conseguido dar la vuelta a un 4-0). «Es un compendio de todo y eso es lo más difícil. Te puede poder la ansiedad de querer solventar rápido la situación, pero tampoco es un partido como los demás. Hay que salir con un punto más», explica Quique Estebaranz, que con el Barça, en la temporada 1993/94, remontó un 3-1 ante el Dinamo de Kiev (4-1 en el Camp Nou).
Y hablan los que van a intentar vivirlo hoy. «El partido va a durar 94-95 minutos y hay que ser pacientes. Hay que ser ambiciosos, pero no jugar a la desesperada y volvernos locos», piensa Luis Suárez. «Sin duda, hay que ser pacientes. El resultado de la ida es claro, pero estamos sólo a mitad de eliminatoria. Debemos ir generando a través del partido y de nuestro dominio la posibilidad de remontar», opina Luis Enrique, consciente de que están ante una tarea «muy compleja».
El proceso sufrido desde hace tres semanas ha sido el habitual en este tipo de casos. Tras la paliza sufrida en el Parque de los Príncipes, el dolor: pensar en la remontada se hacía imposible. Con el paso de los días y un par de buenos resultados, la esperanza. Así lo vivió el «Dream Team» en septiembre de 1993 frente al conjunto ucraniano. «No había seguridad, pero sí confianza y ánimo. Ni con el 2-1 que nos llegaron a hacer perdimos la esperanza. Tuvimos múltiples ocasiones, fue un catálogo de cómo jugar al ataque: por las bandas, creando espacios por dentro... Fue un ejercicio de hipnotización desde el primer momento», cuenta Estebaranz de aquello. «La derrota nos dolió, nos pegó, pero es un lindo desafío dar la vuelta a un resultado que nunca se dio», afirma Luis Suárez de lo más reciente, y ahí difiere con su técnico. «Me importa un rábano entrar en la historia», asegura Luis Enrique. Lo que quiere es ganar y por eso es el partido al que más horas ha dedicado y al que más vueltas ha dado. En los últimos duelos ha probado con un nuevo sistema pensando en proteger el costado derecho, jugar mejor ante la presión rival y conseguir el milagro ante el PSG. Arriesgará con tres defensas. Arriesgar es necesario ante una situación así.
Y el público también tiene que jugar su papel. «Debe hacer que el equipo contrario note la presión», dice Estebaranz. «Nosotros debemos estar calmados y tranquilos, pero la afición, no: tiene que estar hiperexcitada», anima Luis Enrique a su público.
Hasta aquí la teoría de cómo se puede intentar lo que nadie ha hecho. La realidad es que el PSG es un equipazo, y en la ida ya lo demostró. «Pero si ellos nos metieron cuatro, nosotros podemos hacer seis», analiza Luis Enrique.
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