Motociclismo
Ana Carrasco hace historia otra vez: primera campeona del Mundial femenino de velocidad
La murciana se impone en un campeonato que se ha decidido en Jerez en la última curva de la última carrera. En 2018 rompió otra barrera con su título de Supersport 300
«Haciendo historia, otra vez» fue el lema que eligió Ana Carrasco para celebrar su victoria en el Campeonato del Mundo femenino. Una competición que se estrenaba en 2024 y donde ella es ya, para siempre, la primera campeona. La murciana está acostumbrada a romper barreras y la última ha sido confirmar que ahora mismo es la mejor piloto femenina del mundo. El mundial femenino se cerró el pasado fin de semana en Jerez y lo hizo con una última carrera de infarto, en la que ella y María Herrera se jugaban el título. Antes de la curva definitiva parecía que todo estaba a favor de María, pero se fue al suelo cuando buscaba la victoria y a Ana le bastó con asegurar el tercer lugar del podio para poder empezar a celebrar.
Nada más cruzar la línea de meta se encontró con un doble de ella misma, pero vestida con el mono y el casco con el que en 2018 se convirtió en la primera mujer de la historia que ganaba un mundial absoluto de velocidad en dos ruedas. Fue en la categoría de Supersport 300, donde reinó por delante de los chicos que en los comienzos la miraban de reojo y con dudas en la parrilla de salida.
Al año siguiente su temporada se acabó de la peor manera, con una grave lesión en la espalda. Sufrió una fuerte caída en unos entrenamientos en Estoril y se dañó tres vértebras. Ahí empezaron más de cinco meses de recuperación hasta que a finales de febrero de 2021 pudo otra vez subirse a la moto. Necesitó dos intervenciones quirúrgicas, la primera de ellas de cuatro horas, para poner y quitar las placas y los tornillos de titanio que repararon el destrozo.
El recuerdo es una enorme cicatriz que le recorre la espalda desde el cuello y que ella no dudó en compartir en redes sociales durante la rehabilitación. «Detrás de cualquier buen resultado hay muchas cosas difíciles que hay que pasar y siempre lo he mostrado. En ese momento la cicatriz era mi día a día, era lo que estaba viviendo y yo muestro lo bueno y lo malo», contaba a este periódico cuando ya había superado lo peor y estaba volviendo a subirse a la moto.
Fue cuando ganó su primer título mundial cuando adoptó la frase «Ride like a girl», pilota como una mujer. «Siempre se había utilizado de manera despectiva y pensamos que era buen momento para demostrar al mundo que da igual ser mujer u hombre para pilotar una moto, que esto no tiene nada que ver con lo que seas», aseguraba.
Ahora, su frase tiene que ver con que ha vuelto a hacer historia, algo a lo que está acostumbrada. Fue la primera también en sumar puntos en al Mundial de Moto3, donde sumó 9 en su estreno en 2013. Desde entonces ha disputado hasta 66 carreras en la categoría pequeña del campeonato del mundo, antes de ganar el Mundial femenino. Otro triunfo con el que quiere abrir las puertas a las niñas que cuando sean mayores quieren ser como ella.
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