Ancelotti cumple con su profecía

Cuando acabó el último enfrentamiento entre Real Madrid y Osasuna en la Liga, Carlo Ancelotti se acercó al oído de Jagoba Arrasate y le dijo «vamos a jugar la final de la Copa del Rey». Después se dio un abrazo con el entrenador de Osasuna. Y la profecía del entrenador italiano se ha cumplido, aunque él le quite importancia. «Era una broma», dice.

El Real Madrid se enfrentará a Osasuna el próximo 6 de mayo en el estadio de La Cartuja. Algo que no le sucedía al equipo blanco desde 2014. Entonces también estaba Carlo Ancelotti en el banquillo madridista y la imagen que quedó para el recuerdo de aquel partido es la carrera de Bale contra Marc Bartra en la que el defensa azulgrana quedó ridiculizado.

Fue la última vez que el Real Madrid ganó la Copa y también la última vez que el Real Madrid llegó a la final del torneo. Desde entonces han pasado por el banquillo madridista Benítez, Zidane, Lopetegui y Solari sin que ninguno de ellos pudiera llevar al equipo hasta la final.

Nunca ha sido la Copa la prioridad del Real Madrid, que en estos nueve años que ha estado sin pisar la final del segundo torneo nacional ha jugado cuatro finales de la Liga de Campeones y ha ganado las cuatro. La quinta de esa racha, la primera en realidad, la consiguió ese mismo año en Lisboa, con el cabezazo de Sergio Ramos que igualaba el partido cuando se llegaba al final y forzaba la prórroga.

La goleada en el Camp Nou cambia el ánimo de los madridistas en sus enfrentamientos contra su gran rival, ante el que acumulaban tres derrotas consecutivas en tres competiciones diferentes.

«El resultado es muy bonito y satisfactorio», decía Fede Valverde feliz después del partido. «Encontramos muchos espacios en la segunda parte y lo supimos aprovechar», añadía.

Eso es lo que había previsto Carlo Ancelotti, que hizo variaciones respecto a los últimos clásicos. Valverde jugó como mediocentro junto a Kroos y las llegadas habituales del uruguayo las protagonizaba Rodrygo. El brasileño fue el primero en llevar el peligro hasta la portería de Ter Stegen, aunque el protagonismo definitivo fuera para los autores de los goles, Vinicius y Benzema con su hat-trick que silenció el Camp Nou.