Aquella predicción de Juande

En 2009, Raúl batió el récord de goles que desde los años 60 tenía Di Stéfano. «Pasarán muchos años para que otro le supere», dijo el entonces entrenador blanco. Hoy puede pasar

«Es un Ferrari», aseguró Fernando Hierro cuando vio debutar a Raúl y quedó asombrado ante el desparpajo de ese joven, un adolescente, flaco y desgarbado, con poca pinta de futbolista y al que nada le hacía sentir temor. Jorge Valdano, el entrenador blanco en ese momento, cuenta que fue a darle instrucciones antes de su debut en Zaragoza, un día de octubre de 1994 y Raúl estaba dormido, como si no fuese a cumplir el sueño de su vida. Cuando a los demás les tiembla todo, él casi roncaba. Así empezó una carrera larga y fructífera en el Real Madrid, que le llevó, en febrero de 2009 a superar a Alfredo di Stéfano como máximo goleador en el historia del Real Madrid. Habían pasado quince años desde su primer encuentro en el primer equipo. Fueron dos goles al Sporting de Gijón, en un partido que el equipo que entrenaba Juande Ramos ganó por 0-4. El entrenador madridista se atrevió a hacer un vaticinio: «Van a pasar muchos años para que salga otro que le supere. Siempre está en primera línea de combate, es el que da la cara, el que lleva el peso del equipo y no queda más que felicitarle. Es un enorme futbolista», contaba después de ese choque.

Era un Madrid en transición, que quería remontar los diez puntos que le llevaba el Barcelona. Era una entidad en grave crisis institucional, en la que cuando llegó el verano, se celebraron elecciones a la presidencia.

Y llegó Florentino Pérez y ese mismo verano de 2009 presentó a Cristiano Ronaldo en un acto multitudinario en el Santiago Bernabéu. Juande Ramos ya no era entrenador del equipo y seguramente no pensó lo lejos que estaba de acertar en su predicción, pese a que era bastante lógica. El récord de Di Stéfano perduró desde los años 60 hasta 2009, Raúl había tardado 15 años en superarlo. Echando cálculos, deberían haber pasado por lo menos otros quince para que un futbolista tan excepcional al menos como el delantero madrileño pudiese batirlo. Han pasado sólo seis años de aquel momento y Cristiano Ronaldo está a un solo paso de superar a Raúl en la lista de goleadores.

Por eso el día de su homenaje, en el trofeo Santiago Bernabéu, el ex capitán, siempre tan pendiente de los detalles del club, consciente además de lo que podía suceder en un futuro cercano, cuando se fue del campo, le dio su camiseta a Cristiano Ronaldo. De «7» a «7», de récord a récord, de leyenda a leyenda.

Hoy, contra el Granada, puede ser el día para que Ronaldo llegue por fin a donde tanto ha deseado. Ayer, la estrella portuguesa colgó un vídeo en las redes sociales en el que enseñaba lo que tenía preparado para almorzar: un filete de pollo y brócoli. Para mantenerse saludable, en forma, dispuesto a atrasar lo más posible su decadencia mientras va arrasando con cualquier récord a un ritmo que parece increíble. Come poco y está hambriento. La temporada pasada le metió cinco goles al Granada. Esta tarde, con dos, le valdrá para convertirse en un jugador que pasará a la historia sin que nadie pueda discutírselo. «Nosotros, más que temer a Cristiano, tenemos respeto a todos los jugadores a los que nos enfrentamos, se llame como se llame, nunca hay que tener menudo a nada, y hay que ir con mucha ambición para conseguir lo máximo posible dentro del terreno de juego. Este partido nos tiene que servir para sumar», ha explicado Sandoval, el entrenador del conjunto andaluz, que no quiere que sus hombres salgan al campo con el miedo en el cuerpo porque Cristiano huele el terror, saborea la sangre y no está ahora para compasión con nadie.

El portugués ha ido cambiando su juego en los últimos tiempos Cada vez es más delantero y pasa más tiempo dentro del área, donde no hay nadie más letal que él. «Hablo con Cristiano Ronaldo todos los días y hoy también lo he hecho de cuestiones tácticas. Tiene absoluta libertad para moverse arriba, coordinarse con sus compañeros siempre y cuando equilibremos el equipo en la faceta defensiva», explicaba ayer Rafa Benítez, que deja a sus hombres libertad de movimientos. Se fía de su talento para coordinarse y acertar con la mejor elección. Y para Cristiano no hay opción mejor. Lo lleva haciendo desde 2009.