F-1

Aston Martin ya piensa en 2024

El rendimiento del coche ha caído en las últimas carreras frente a la evolución de escuderías como Ferrari, McLaren y Mercedes

Fernando Alonso, en Hungaroring
Fernando Alonso, en HungaroringEuropa Press

El inicio de temporada de Aston Martin fue espectacular. Fernando Alonso no se bajaba del podio y aún ocupa la tercera posición en la clasificación general de pilotos. El coche creado por la dirección técnica de la escudería británica sorprendió por su buen rendimiento, su adaptación a los distintos circuitos y, por supuesto, por el elevado nivel de conducción y buen hacer del bicampeón del mundo, que está muy lejos del de su vecino de box, Lance Stroll. El asturiano suma siete podios desde que arrancó la campaña, pero desde hace varias carreras la velocidad del coche ha desaparecido.

El primer motivo es que sus rivales han mejorado muchísimo. Tanto Mercedes, como Ferrari y ahora McLaren han evolucionado sus monoplazas. Venían de un pobre rendimiento en las primeras carreras y su margen de mejora era muy grande. El Aston Martin nació bien, pero su progresión no ha existido. ¿Razones? Puede que se deba a la propia incapacidad de la estructura inglesa o a una simple decisión empresarial según la cual ya se da por buena la temporada y se ha decidido apostar por 2024. Muchos pensarán que, si no cambia el reglamento, cualquier cosa que encuentren lo podrán adaptar en el coche del año que viene, pero puede que todos los recursos los estén centrando ya en el próximo año.

Otro aspecto a tener en cuenta es que el margen de maniobra de Aston Martin es más limitado que el de sus rivales en pista. Mercedes y Ferrari construyen el ciento por ciento de sus monoplazas. Es decir, pueden mejorar a nivel de chasis y también de unidad de potencia. En Aston Martin tanto el motor como algunas partes del coche las han tomado prestadas de Mercedes, en lo que legalmente se puede. Incluso el túnel de viento que usa el equipo de Alonso es el de Mercedes, con el que tienen un acuerdo. Eso puede que haya limitado su margen de mejora y prefieran esperar a tener su propio túnel dentro de unos meses en la nueva y moderna fábrica que están a punto de poner en marcha junto a la que tienen en la actualidad y que no era otra que la de Jordan hace más de 25 años.

Con todas estas circunstancias, se entiende que estructuras tan fuertes como Mercedes y Ferrari hayan superado a Aston Martin, que ahora también ha sido adelantada por McLaren. Norris quedó segundo el pasado fin de semana en Hungría y demostró que el coche va bien en escenarios tan diferentes como el veloz Silverstone o el correoso Hungaroring.

Lo peor de todo es que Alonso y algún que otro jefe de Aston Martin venían anunciando que algunos circuitos favorecían mucho sus características y el resultado final fue nefasto. Quizás no contaban con la enorme evolución de sus rivales. Y lo que queda de campeonato no parece que vaya a suponer un gran paso. Será complicado que Alonso pueda mantener la tercera plaza en el Mundial. Su misión está más que hecha.

Aston Martin demostró en la primera parte de la temporada que puede estar arriba. El equipo humano funciona y ahora está preparada para no depender de nadie, a excepción del motor, que todavía es Mercedes y que en 2026 será de Honda. 2024 puede ser el gran año para confirmar que están en el camino de convertirse en algo grande.

Así empezó Red Bull Racing y a día de hoy firma ya seis títulos mundiales, va camino del séptimo y, sobre todo, sin tener la fuerza de todo un constructor de automóviles como Mercedes, Ferrari o Renault, ha sido capaz de ser la gran referencia a seguir en cuanto a tecnología y avances dentro del mundo de la competición y la exigente Fórmula Uno.