Mesa redonda

Sostenibilidad económica, social y medioambiental, la clave de la Denominación de origen

El Ateneo de Madrid acogió una mesa redonda sobre la revalorización del vino, el aceite y los quesos italianos con Denominación de Origen, Indicación Geográfica y Especialidad Tradicional Garantizada

Productos italianos EEQF
Productos italianos EEQFAiresNews

El Ateneo de Madrid acogió el último acto en España del proyecto de la Unión Europea para la información y valorización de los productos certificados de calidad, Enjoy European Quality Food (EEQF), una mesa redonda sobre los aceites, vinos y quesos italianos con Denominación de origen, Indicación geográfica y Especialidad Tradicional Garantizada.

«Me siento afortunado al hacer la compra y desarrollar mi trabajo en países del Mediterráneo», explicó el chef Paolo Casagrande, italiano residente en España y jefe de cocina del restaurante Lasarte en Barcelona, que tiene tres estrellas Michelin y director gastronómico de Orobiano en Calpe, con una estrella. Destacó también la importancia «de saber quién está detrás del producto, cómo se elabora». Casagrande se considera un «filtro entre el producto y el cliente». Junto a él componían la mesa redonda Giovanni Guarneri, líder del proyecto EEQF y presidente del Consorcio de Tutela del Provolone Valpadana; Rogelio Enríquez, presidente de la Academia Madrileña de Gastronomía; Juan José Burgos, presidente de Slow Food Madrid.

«Certificación, calidad y tradición: una identidad común entre Italia y España», era el nombre de la mesa moderada por el periodista Alberto Luchini, que trató también de la conexión entre Italia y España. Entre los dos países suman más del 35 por ciento de los productos agrícolas y alimentarios de calidad certificados de la Unión Europea, aunque el peso de los productos italianos dobla el de los españoles en ese porcentaje.

«La Denominación de Origen cumple los tres tipos de sostenibilidad: la económica, la social y la medioambiental. Protege a los territorios y aporta riqueza, porque cuando una persona decide viajar lo hace para conocer la cultura y la historia de la zona, pero también sus hábitos alimentarios», destacó Giovanni Guarneri.

Rogelio Enríquez abundó en ese aspecto. «La gastronomía es el segundo motivo que mueve el turismo», destacó. Y habló de la importancia de cuidar «los productos de ambos países, puesto que forman parte de nuestras culturas». «El consumidor tiene que saber que un producto es de calidad», añadió y en ese aspecto los sellos de las diferentes denominaciones de origen son una garantía.

Del vínculo que se crea entre el consumidor y los productos con denominación de origen habló Juan José Burgos, presidente de Slow Food Madrid, que animó a ser «consumidores activos, es decir, coproductores, capaces de transmitir qué hay detrás de cada certificación». Eso supone dar valor no sólo a lo que está en el plato sino a todo el trabajo que hay detrás.

En el proyecto cofinanciado por la Unión Europea participan el Consorzio per la Tutela dell’Asti DOCG, el Consorzio di Tutela Conegliano Valdobbiadene Prosecco Superiore DOCG, el Consorzio Vino Nobile Montepulciano DOCG, el Consorzio Tutela Provolone Valpadana, la Associazione Produttori Olivicoli Toscani - APOT, y Latteria Soligo. Italia, que es el líder mundial en denominaciones de origen, ha sumado cuatro más en 2023: Sebadas di Sardegna IGP, Ciliegiadi Lari IGP, Asparago Verde di Canino IGP y Emilia Romagna DOP.