Sevilla

Atlético,que nos teman ellos

La Razón
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Otra vez el gran clásico, el mayor espectáculo del mundo y todos los focos inevitablemente apuntando al Bernabéu, a Cristiano y Messi, a ese Neymar cuyo fichaje sigue bajo la lupa del juez Ruz y del fisco español y brasileño, vamos bajo sospecha... Pero antes jugaba el Atlético a las cinco de la tarde en Sevilla (esa hora tan taurina), convengamos que algo más que la tercera vía a estas alturas de la película. Y lo hacía de tapadillo, en el Villamarín y ante el colista Betis, en ese escenario ideal del «cholismo», partido a partido y a ver qué pasa.

Pues bien, el Atlético no falló, no podía hacerlo en una jornada en la que debía apuntalar sus legítimas aspiraciones a acabar con la Liga bipolar de estos últimos años. Tiró el Cholo con todo, si se entiende ese «todo» con Raúl García, titular en detrimento de Villa, y el equipo salió a apuntillar a ese tocado y casi hundido Betis en su semana de pasión sevillana tras el batacazo europeo con su eterno enemigo de la ciudad. No fue coser y cantar para los rojiblancos hasta el segundo tiempo.

Porque el Betis no le volvió la cara al duelo, que si tenía que morir, que fuese con las botas puestas. Y así salió un duelo tosco, canchero, con polémica por un gol que me pareció mal anulado a Diego Costa y con el pleito nuestro de cada día del hispano-brasileño con el central de turno, ayer Paulao. La expulsión por dos amarillas de Braian Rodríguez en el minuto 55 fue el principio del fin para el Betis, porque a renglón seguido Gabi abrió el marcador y casi sin solución de continuidad Costa no faltó a su cita con el gol, el 23 ya en el campeonato de Liga. El nueve de la Selección sigue erre que erre, demoledor, letal, decisivo, un depredador del área. Así que el Atlético se fue a la ducha, baño, masaje, partido a partido, victoria a victoria y a mirar con el «rabillo» del ojo al clásico...