Markkanen, el nuevo desafío para la pizarra de Scariolo

Las exhaustivas sesiones de vídeo y de trabajo de Sergio Scariolo con sus ayudantes son legendarias desde que el de Brescia aterrizase en la selección allá por 2009. Al técnico no le gusta dejar nada al azar. Es metódico, minucioso y dentro de un intervencionismo controlado lo que más le entusiasma es enfrentarse a desafíos como el que plantea la Finlandia de Lauri Markkanen o como planteó en octavos Valanciunas y su Lituania. «No hay razón para la sobreexcitación. Tenemos un partido muy exigente, fuerte y difícil. Si somos inteligentes, no deberíamos caer en ese peligro. Tenemos que hacer nuestro juego y estar mentalmente a la altura», apunta Scariolo que está disfrutando el campeonato más allá de lo que él mismo esperaba.

La nueva España ya está donde siempre estuvieron sus mayores. Después de ganar seis medallas en los seis últimos Campeonatos de Europa (tres oros, una plata y dos bronces), la selección persigue su undécima semifinal seguida en un Eurobasket. Para Finlandia es la primera vez y para ello se ha encomendado a un 2,13 que para un no aficionado podría pasar por el primo hermano de Dirk Nowitzki si se cruzase con ambos en las tripas del Mercedes-Benz Arena de Berlín.

No será la primera vez que Markkanen (22-5-1997, Vantaa) se mida a España. Lo hizo en 2016 en el Europeo sub’20. Anotó 33 puntos y un palmeo suyo dio la victoria a los nórdicos en un torneo en el que España terminó ganando el oro. Uno más en las categorías inferiores. La vinculación de Markkanen con nuestro país va más allá. Su padre, Pekka Markkanen, pasó por un clásico del baloncesto catalán, el Sant Josep de Badalona, a mediados de los noventa. Y su hermano, Eero, apostó por el fútbol. Fue delantero en el Real Madrid Castilla a las órdenes de Zidane en la temporada 2014-15, pero luego dejó el club blanco por sobrepeso.

Markkanen no ha tenido esos problemas. Nunca jugó en la élite europea. Lo hizo en la liga de su país y dio el salto a la Universidad de Tucson. Sólo necesitó un año para ser seleccionado con el número 7 del draft de 2017 por los Minnesota Timberwolves que le traspasaron a los Bulls. Estuvo cuatro temporadas en Chicago donde jugó «sólo» 221 partidos por culpa de las lesiones, pero que le consolidaron en la clase media-alta de la Liga. Jugando en torno a media hora por partido promedió 15,6 puntos, 7,1 rebotes y en su temporada de novato se convirtió en el jugador que antes alcanzó los 100 triples anotados (41 partidos). El curso pasado recaló en los Cavaliers y un día antes de arrancar el Eurobasket fue enviado a los Jazz. «Con él es más fácil ganar los partidos», afirma su compañero y jugador del Lenovo Tenerife Sasu Salin.

Y lo dice por lo que sucedió en el cruce de octavos ante Croacia. Los balcánicos eligieron el camino de España para las eliminatorias directas y se toparon con la actuación individual más determinante en lo que va de torneo. Markkanen se fue ante los croatas hasta los 43 puntos, con un 66 por ciento de acierto en el tiro, 9 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones. En los tres primeros cuartos ya sumaba 38, tres más que su récord de anotación en la NBA (35). Alcanzó los 47 de valoración con lo que igualó el registro que días antes había protagonizado Doncic anotando 47 puntos. Jokic y Antetokounmpo, las otras dos superestrellas de la NBA, no han alcanzado las cifras del finés. El ala-pívot promedia 27,8 puntos, con un notable porcentaje de acierto en tiros de campo (53,4 por ciento), y más de 7 rebotes.

Su torneo no es casual. Hace cinco años, en el Eurobasket de 2017, ya se reveló como un consumado anotador (casi 20 puntos por encuentro), aunque en el día clave, los octavos ante Italia, estuvo muy flojo.

Finlandia se ha convertido en una de las selecciones más amables de ver del campeonato. Al margen de su hinchada –en Bilbao todavía recuerdan la invasión de unos 10.000 finlandeses en el Mundial de 2014–, los nórdicos ofrecen un baloncesto ofensivo con el que sólo cedieron ante Serbia (100-70) e Israel en la primera jornada (89-87). Markkanen cuenta con la ayuda de Salin (12,2 puntos y roza el 50 por ciento en tiros de tres), el base Edon Maxhuni y el veterano Kopponen, que pasó dos cursos en el Palau Blaugrana. «Son un equipo que si lo dejas jugar te vuelve loco y te puede marear, metiéndote un triple al final de posesión tras haber corrido como pollo sin cabeza durante 23 segundos», cuenta Scariolo sobre un bloque que se dispara hasta las 22 asistencias por partido.

Pradilla, Juancho y Garuba serán los encargados de impedir que Markkanen repita lo de Croacia. «Ellos juegan de una manera original, muy atípica, con cinco jugadores en el perímetro, con excelentes tiradores y con una estrella de dimensión mundial. Hay que defenderle a él, sí, pero con mucha inteligencia para no abrir bocas de agua en otro lado», revela el seleccionador que podrá contar con sus doce jugadores.

Por la misma parte del cuadro, la Grecia de Antetokounmpo se mide a los anfitriones, dos de las selecciones que más anotan del torneo. La República Checa dio en octavos una pista sobre cómo frenar el impacto de la estrella de los Bucks con una defensa zonal. Su problema es que sólo funcionó medio partido.

Programa

Octavos de final: Alemania, 85-Montenegro, 79; Grecia, 94-República Checa, 88; España, 102-Lituania, 94; Finlandia, 94-Croacia, 86; Eslovenia, 88-Bélgica, 72; Ucrania, 86-Polonia, 94; Turquía, 86-Francia, 87 y Serbia, 86-Italia, 94.

Cuartos de final: 1. Alemania-Grecia (martes, 20:30, Be Mad); 2. España-Finlandia (martes, 17:15, Cuatro); 3. Eslovenia-Polonia (miércoles, 20:30, Be Mad); 4. Francia-Italia (miércoles, 17:15, Cuatro).

Semifinales (día 16, 17:15 y 20:30): ganador 1-ganador 2 y ganador 3-ganador 4.

Final (día 18, 20:30): ganadores semifinales.

Tercer y cuarto puesto (día 18, 17:15): perdedores semifinales.