Entrevista

Darío Brizuela: "Que nos pongan undécimos en el ranking del Eurobasket nos hace gracia"

El escolta es una de las piezas fundamentales ante el torneo que para España comienza el jueves 28 ante Georgia. "A Scariolo le pongas la plantilla que le pongas, él va a saber competir con ella", asegura

Darío Brizuela
Darío BrizuelaEUROPA PRESS

"Mi mujer, mi suegra y los niños, Bruno y Enzo, van a estar en el Eurobasket", presume Brizuela antes de comenzar el torneo. Superados los problemas físicos, el escolta es una de las piezas clave en el esquema de Sergio Scariolo. Este donostiarra es uno de los dos treintañeros de la selección junto al capitán Willy. Una recomendación de su ciudad, Saltxipi: "Es un restaurante típico de toda la vida al que iba de pequeño y al que seguimos yendo en la actualidad".

¿Para cuándo el Tambor de Oro para un donostiarra ilustre como usted?

(Risas) No lo sé, siempre se lo dan a gente más importante que yo.

¿Cómo es Darío Brizuela como padre?

Tranquilo, me encanta jugar con los niños, que se me tiren encima, el tiempo que estoy con ellos intento absorberlos al máximo, que jueguen conmigo y, si puedo, liberar un poco a mi mujer. Soy súper entregado. Eso sí con dos ya tenemos bastante.

¿Qué destacaría de los tres equipos de élite en los que ha jugado: Estudiantes, Unicaja y Barcelona?

Pregunta muy difícil. De Estudiantes, la gente del club, sin desmerecer para nada a la gente de Málaga y del Barça, pero la gente del Estudiantes es muy, muy del "Estu" y eso es una maravilla. En Málaga destaca lo familiar que es el club y lo atentos que son con los jugadores. Cada vez que he tenido un problema o alguna necesidad me han ayudado de inmediato. Y en el Barça, pues que te voy a decir yo que soy culé de toda la vida. Estoy muy feliz de estar allí y todo lo que te pueda decir lo engrandecería aún más. El Barça es una maravilla.

Además de culé es "gunner" y tiene una colección de más de 30 camisetas del Arsenal. ¿Cuál salvaría si sólo se pudiera quedar con una?

¡Ufff! Tengo muchas y alguna de ellas está firmada, pero si tuviera que salvar alguna creo que me quedaría con una a la que tengo especial cariño que es la de Henry de 2002. Esa es una joya.

En abril le quedaban dos asignaturas y el fin de grado para terminar psicología, ¿se licenció ya?

Sólo me queda el trabajo de fin de grado. No tengo muy claro por dónde enfocarlo. Tengo que hablarlo con la universidad, el tutor y demás. Todo ese proceso lo empezaré en septiembre y probablemente lo enfoque hacia la psicología deportiva para aprovechar y que me sirva para aprender nuevas cosas. Quiero que sea un trabajo que me haga estar muy metido en ello, que me haga implicarme, que suponga de verdad un reto y que no sea terminarlo, presentarlo y ya está.

¿Tiene claro a qué disciplina se va a enfocar una vez deje el baloncesto?

Hay más de una, pero probablemente enfoque mi segunda carrera, por llamarlo de alguna manera, a la psicología deportiva. No sé si me gustaría trabajar en un club o de una forma más autónoma, pero seguramente termine como psicólogo deportivo.

¿Es ya importante en el organigrama de los clubes o quedan muchos casos que dar?

Es una figura importante, pero de lo que se trata es que el jugador esté cómodo con lo que de verdad sea cómodo para él. Hay muchos jugadores que tienen un psicólogo aparte. Que un club ponga a disposición un psicólogo para trabajar con jugadores o entrenadores siempre es positivo. Es muy importante y necesario en todos los clubes de primer nivel.

¿Cómo se superan o asimilan las bajas previas a un gran torneo?

Es complicado. Llegamos todos con muchísima ilusión, pero hemos tenido muchos problemas. La baja de Alberto Abalde ha sido la más dura de todas. No es sólo que se pierda el torneo definitivamente es que, si no recuerdo mal, van tres años seguidos en los que llega a la concentración y se lesiona. Yo a Alberto, que le tengo especial aprecio y que tenía muchas ganas de jugar con él y se lo dije, que vuelva a caer lesionado nos ha jodido mucho. Suplirle va a ser muy complicado, pero hay que hacer un buen torneo por él.

El ranking de la FIBA sitúa a España undécima, ¿sirve eso de combustible?

No, nos da un poco igual. Estar undécimos o segundos, terceros o sextos... nos da lo mismo. En realidad nos hace gracia, pero entendemos cómo funciona esto. Si juegas amistosos y los pierdes... nos hace gracia que nos pongan tan lejos. En 2022 también nos pusieron lejos y lo terminamos ganando. Ellos sabrán.

¿Recuerda la situación actual en algo a lo de 2022?

Estamos entrenando de forma diferente, está el tema de las bajas, hemos estado tiempo sin Santi Aldama, sin Alberto Díaz, yo un poco tocado... incomoda la preparación, pero sí me recuerda en que estamos yendo de menos a más y en la forma en la que hemos empezado a competir. Al torneo llegamos en muy buena forma.

¿Cuáles son los puntos fuertes de España?

El ritmo con el que jugamos. Si somos capaces de defender duro los 40 minutos, que yo creo que estamos llegando a ese punto, si somos capaces de rebotear, en transición vamos a ser un equipo súper peligroso. Además tenemos jugadores que pueden actuar en varias posiciones, puede haber quintetos con mucho tiro, está Willy para que selle en la pintura a todo el mundo... Somos un equipo con muchas variantes. El factor número uno nuestro es jugar con ritmo y saber pasarnos el balón. Ahí somos muy buen equipo.

Y su papel es fundamental...

Mi rol es un poco del estilo que tenía en el Barça a final de la temporada pasada, cuando teníamos muchas bajas. Se trata no sólo de anotar, también de generar para los compañeros e intentar desatascar los partidos si sale un día un poco sucio. Tampoco va a ser todos los días meter 16 puntos en 10 minutos como ante Canadá en los Juegos. Hay gente con mucho talento en el equipo.

¿En qué insiste más Scariolo?

En muchas cosas. Es un entrenador que presta mucha atención a los detalles. Sabe bastante de esto y nos insiste en ser duros en defensa y en controlar el rebote que es lo que más hemos sufrido en los últimos torneos. Si podemos ser sólidos en el rebote y podemos correr, seremos muy peligrosos.

¿Cuál es la principal virtud del seleccionador?

La adaptabilidad que tiene a los jugadores que tiene. Le pongas la plantilla que le pongas, él va a saber competir con ella.

¿Se ve algo de los rivales durante la concentración?

He visto un poco de Serbia porque nosotros estamos concentrados en lo nuestro. Y la verdad es que tienen muy buena pinta.