Baloncesto

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Diez años de espera

Germán Gabriel, el pívot de referencia de los junior de oro, disputará en Eslovenia su primera competición oficial con la Selección absoluta

Germán Gabriel, tras uno de los entrenamientos en Madrid
Germán Gabriel, tras uno de los entrenamientos en Madridlarazon

Madrid- Germán Gabriel (16-11-1980, Caracas) era el pívot titular de la Selección junior que se proclamó campeona del mundo en Lisboa'99 frente a Estados Unidos. En aquel equipo en el que Navarro y Raúl López eran las estrellas, él era la referencia interior, por delante de Felipe Reyes y Pau Gasol. Cuatro años después debutó con la absoluta. «Eran los tiempos en los que se jugaban los Preeuropeos y recuerdo que se hacía una convocatoria de catorce jugadores. Me llamaron para jugar contra Bélgica y Grecia, pero sólo disputé el primer partido en Murcia contra los belgas», comenta. De aquello hasta hoy, cuando jugará en Castellón contra Polonia (22:00, La1), han pasado diez años. Recuerda que entonces pagó la cena de los novatos y luego la Selección se cerró para él. Pau, Garbajosa, Felipe, Marc, Fran Vázquez... Él se quedó en la recámara. Hasta el verano de 2013, en el que ha regresado para disputar su primera competición absoluta, el Eurobasket de Eslovenia. «Lo más cerca que estuve de volver fue en la lista de 18 previa al Mundial de Turquía hace tres años y antes de los Juegos de Pekín, cuando recibí la llamada de Pepu, pero luego llegó Aíto y... Eso sí, este verano no tenía hecho ningún plan porque había recibido muchas llamadas en los últimos meses y ya me había hecho a la idea de que vendría».

Para Germán va a ser un campeonato especial, y no sólo por lo que pueda suceder dentro de la cancha. En mes y medio será padre. «El 24 de septiembre salimos de cuentas, justo dos días después de la final del Eurobasket», dice. Sólo espera que Elena, que así se va a llamar la niña, no se adelante: «Todo el mundo me dice que se va a adelantar y no, no puede ser». No será el único cambio en las próximas semanas. A final de mes, se traslada con Silvia, su chica, a Bilbao y allí nacerá la niña. Con un año de contrato con Estudiantes, el club colegial le comentó que no contaba con él para la próxima temporada y no le costó nada aceptar la oferta del club vasco. «Estuve allí hace nueve años y me encontré muy a gusto. Es una buena oferta a nivel económico y deportivo. No lo dudé», dice.

Germán se ha convertido en un jugador nuevo en los dos últimos años. ¿La clave? Un cambio en su alimentación. «Fue hace dos veranos y de manera autodidacta. Escuché hablar del índice glucémico de los alimentos y empecé a investigar, a leer libros y consultar con dietistas. Vi la alimentación necesaria para mí, no la estándar para un deportista y aquí estamos», comenta.

El ambiente en la Selección no le ha sorprendido –«esto más que una Selección es un equipo», dice– , pero sí todo lo que se mueve alrededor del grupo: «Y eso que yo creo que la gira será más tranquila sin la presencia de Pau y Juan Carlos, pero el despliegue mediático que hay es impresionante. Tenemos todo tipo de medios a nuestra disposición y eso hace muy cómodo estar aquí». Las ausencias le llevan a reivindicarse: «Es el momento de demostrar que la Selección sigue siendo un equipo muy competitivo. Tarde o temprano se irán los jugadores que lo han ganado todo y hay que demostrar que seguimos siendo un grupo de primer nivel». Y hacia el seleccionador sólo tiene palabras de reconocimiento, porque es «una persona cercana, con la que se puede hablar y que tiene suficiente talento y capacidad de trabajo para dirigir un grupo como este».

Las apuestas con Orenga

En la primera temporada de Germán Gabriel en la Liga ACB fue compañero de equipo del actual seleccionador. Orenga y él compartieron camiseta en el Unicaja de Málaga, donde también estaban otros dos junior de oro, Carlos Cabezas y Berni Rodríguez. Al final de los entrenamientos eran habituales los concursos de tiro entre Orenga y él. «En los concursos siempre nos jugábamos un libro o un DVD. El que ganaba tenía que hacerle un regalo al otro y recuerdo que al final de temporada me hice con una buena colección de libros», asegura el seleccionador. En la concentración Germán es uno de los herederos de Carlos Jiménez. Es uno de los pocos que suelen tener un libro en las manos.