Campeón de todo

El Madrid hace historia y gana la Liga después de conquistar Euroliga, Copa y Supercopa

La excelencia y la perfección tantas veces exigidas en el Madrid ya tienen un espejo con el que identificarse: la temporada 2014/15 de su sección de baloncesto. El madridismo no puede pedir más a los «chicos» de Pablo Laso, como el mismo entrenador los define. El Real Madrid cerró en el Palau una temporada perfecta con un título de Liga ganado con una autoridad incuestionable. El Madrid aplastó al Barça. Sin más. La resolución de la eliminatoria en tres partidos es el fiel reflejo de lo que ha sucedido en la cancha durante los 120 minutos: el Barça ha sido muy inferior a un equipo ensamblado y coordinado como una máquina perfecta. Nada ha chirriado en los momentos decisivos. Cada pieza ha cumplido con su misión de una forma intachable. Los titulares, las estrellas, los secundarios, el entrenador, los responsables de la sección... ¡Qué diferente a cómo terminó la final de hace un año en idéntico escenario y con Laso saliendo descalificado en silla de ruedas por su rotura en el tendón de Aquiles! El final de la historia no podía ser más significativo: el Real Madrid recibía el título de campeón de Liga sobre el escudo del Barça en el templo azulgrana. Es la culminación a un ejercicio inolvidable. Porque el Madrid ha ganado todo lo que ha jugado: Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y Liga Endesa. Cuatro competiciones y otros tantos títulos para un grupo que tenía como gran objetivo la Copa de Europa, pero que ha ido mucho más allá y se emparenta con el histórico equipo que logró el triplete en 1974.

La elección de Llull como MVP supone el reconocimiento a un proyecto y al modo en que se ha conformado la plantilla del campeón: un grupo de nacionales como referentes y un bloque de jugadores de complemento que han asumido perfectamente su rol y que han sumado mucho en los momentos más críticos. A los que algunos acusaban de simples mercenarios se han terminado convirtiendo en piezas clave para decidir el título en el Palau.

El Barça discutió la posibilidad de alargar la final durante el tercer cuarto de ayer. Fueron los únicos minutos en que el equipo de Xavi Pascual funcionó como lo que debía ser, un equipo. Cuando Tomic encontró ayuda en sus compañeros exteriores, el Real Madrid sufrió. Fueron unos minutos en los que el Barça se mostró equilibrado. Los únicos, los suficientes para que la ventaja adquirida por los de Laso (34-48) se quedara en nada. El Barcelona protagonizó un parcial de 16-0, se situó por delante antes del final del tercer cuarto (67-62), pero un triple casi desde el centro de la cancha del «Chacho» fue el anuncio de lo que estaba por venir.

Con el equipo exigido al máximo, Laso tomó una de esas decisiones que se han convertido en habituales a lo largo de la temporada. Puso el bloque en manos del «Chacho» y le rodeó con jugadores tan versátiles como comprometidos con la causa. Carroll, Maciulis, Nocioni y Slaughter. Con un equipo de «bajitos», sin un pívot puro, con un quinteto alejado de la ortodoxia, el Madrid volvió a desquiciar al Barça. La explosión de Carroll, otra más como sucedió en la final de la Euroliga, fue la más evidente; pero el trabajo en la sombra de sus compañeros de quinteto fue el pegamento indispensable. Como en otros momentos de máxima exigencia, tipos como Nocioni y Maciulis volvieron a responder. La autoridad y la consistencia del equipo evitaron que los arreones del Barça prolongaran la final. Sin necesidad de recuperar grandes ventajas, el Madrid se adueñó del partido y a la primera oportunidad sentenció el título. Liga Endesa, Euroliga, Copa y Supercopa. No se puede pedir más.

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Resultados de la final:

- Primer partido. Viernes 19 de junio:

Real Madrid, 78 - Barcelona, 72 (1-0)

- Segundo partido. Domingo 21 de junio:

Real Madrid, 100 - Barcelona, 80 (2-0)

- Tercer partido. Miércoles 24 de junio - 19.00 horas:

Barcelona, 85 - Real Madrid, 90 (0-3).