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El campeón nunca muere

El Madrid remontó ocho puntos en los últimos tres minutos y superó al Baskonia en la prórroga. Buscará su cuarto título consecutivo

El escolta estadounidense del Real Madrid, Jaycee Carroll lanza a canasta ante su compatriota, el base del Baskonia, Shane Larkin.
El escolta estadounidense del Real Madrid, Jaycee Carroll lanza a canasta ante su compatriota, el base del Baskonia, Shane Larkin.larazon

El Real Madrid volvió a tirar de fe y de orgullo para derribar este sábado tras una prórroga, como ocurrió el jueves en cuartos de final, la férrea resistencia de un bravo Baskonia.

Pablo Laso comenta que nunca puedes desestimar a un equipo campeón. El suyo lo es gracias a una mezcla de fe y talento que encarna Llull mejor que nadie.

El base se encargó de levantar al Real Madrid cuando el Baskonia soñaba con seguir el ejemplo del Alavés y alcanzar una final de Copa ocho años después, pero... el defensor del título buscará su cuarta corona consecutiva después de una semifinal que fue el mejor partido de la temporada. Fueron 45 minutos porque el Madrid volvió a necesitar una prórroga, como ante el Andorra. Esta vez fue sin polémica, por mucho que algunos cuestionen una labor arbitral que fue notable.

El Madrid estuvo tocado, muy tocado, pero no hundido. La comunión del Buesa Arena con su equipo y la temperatura que cogió el pabellón llevaron a los locales a las puertas de la final. Y cuando ya la divisaban (87-79, min 37), Llull se encargó de encender las luces en la fiesta vitoriana y mandó callar a todo el mundo. Falló el triple que podía haber evitado el tiempo extra, pero su trabajo ya estaba hecho. Ejerce de dinamitero como nadie.

La fuerza del bloque en la prórroga confirmó que el Madrid buscará hoy su vigésimo séptimo título de campeón de Copa.

En un partido plagado de minas, Luka Doncic las fue desactivando con una naturalidad que hace dudar de su fecha de nacimiento. El primer cuarto fue cosa de entrenadores, de pizarras. Nada que ayudase a disipar una tensión extraordinaria. La excitación que logró poner el Baskonia al partido aturdió al Madrid, pero apareció el adolescente esloveno y la película dio un giro de guión. Surgió en medio de la espesura y convirtió el segundo cuarto en un monólogo. Todo lo que se puede hacer en una cancha lo hizo Doncic. La secuencia fue asombrosa: jugada de 2+1, falta recibida, tiro libre convertido, rebote y asistencia, triple, canasta de dos, bandeja con la mano izquierda, bandeja con la derecha, asistencia... Con 13 puntos, 3 rebotes y 2 asistencias dejó al Baskonia sin respuesta.

A la exhibición de Doncic se sumó el trabajo defensivo con un quinteto tan activo como asfixiante. Doncic, Taylor y Rudy no dejaron hacer a los exteriores vitorianos. Randolph y Ayón se hicieron los amos por dentro. La inercia del choque llevó al Madrid a soñar con un final plácido (35-48). Nada más lejos de la realidad.

Ahí entró el Buesa en ebullición. Beaubois, el «asesino» silencioso de los vitorianos, engrasó la muñeca y la diferencia desapareció. El Baskonia se apropió del partido con una autoridad rara de ver cuando el Madrid está enfrente. Hanga, Tillie, los de Sito Alonso volaban incluso sin Larkin. En el Madrid aparecía algún detalle de Doncic, pero nadie fue capaz de tomar su relevo hasta que, en plena cuesta arriba, surgió la figura de Llull. Con tres minutos por jugarse y a la desesperada, Laso recurrió a Nocioni. El caso es que, con él en pista, el Baskonia sólo fue capaz de anotar dos puntos y el Madrid forzó la prórroga. Los siete últimos puntos blancos fueron del base. Volvió a asumir la responsabilidad con una naturalidad pasmosa. Es cierto que el triple que podía haber evitado la prórroga no entró. Dio igual. Su aparición sirvió para devolver la confianza a los suyos y los casi desaparecidos, como Ayón, liquidaron al Baskonia.

Finalista con dos prórrogas

La ACB presume de que la Copa son cuatro días de adrenalina. El Real Madrid puede apropiarse de la frase porque su estancia en Vitoria está siendo frenética. Dos partidos, dos prórrogas y 90 minutos para alcanzar una final que ha disputado en las tres últimas ediciones y de forma exitosa. Dos títulos ante el Barça y el del año pasado, en La Coruña, ante el Herbalife Gran Canaria son los precedentes más recientes. «Nos vimos eliminados», comentó el «Chapu» Nocioni después de deshacerse en cuartos del MoraBanc Andorra. La sensación entre la expedición madridista después de superar al Baskonia era similar. Se vieron casi fuera, pero volvieron a remontar. «Si algo habíamos aprendido es que el Real Madrid tenía perdida la eliminatoria de cuartos y fue capaz de responder para ganar», aseguró Sito Alonso después del partido. El técnico baskonista sabía de lo que era capaz el Madrid, pero se quedó sin respuesta en los últimos minutos y en los cinco extra de la prórroga.

- Ficha Técnica:

99 - Baskonia (20+15+29+25+10): Larkin (17), Beaubois (27), Hanga (19), Voigtmann (10) y Diop (2) -cinco inicial-, Bargnani (8), Budinguer (8), Laprovittola (-), Luz (-) y Tillie (8).

103 - Real Madrid (15+29+24+21+14): Llull (23), Carroll (3), Maciulis (2), Reyes (6) y Ayón (13) -cinco inicial-, Randolph (20), Fernández (3), Nocioni (3), Doncic (23), Hunter (4) y Taylor (3).

Árbitros: José Antonio Martín Bertrán, Miguel Ángel Pérez Pérez y Benjamín Jiménez. Eliminaron por faltas a Diop (min 43)

Incidencias: Primera semifinal de la Copa del Rey 2017 disputada en el Pabellón Buesa Arena de Vitoria ante unos 15.500 espectadores.