Baloncesto
Muy buena pinta
Gran estreno de España en el Eurobasket, que apabulló a Montenegro con una exhibición colectiva y unos minutos mágicos del «Chacho»
Gran estreno de España en el Eurobasket, que apabulló a Montenegro con una exhibición colectiva y unos minutos mágicos del «Chacho».
«Hay días que salen las cosas», explicaba Sergio Rodríguez. Así de fácil suena lo que ayer hizo España en su estreno en el Mundial. Una puesta de largo inmejorable, exuberante y temible para los rivales que ya sabían que los de Scariolo eran favoritos, pero quizá no tanto como se intuyó en el primer partido del Eurobasket. Salió España a disfrutar y vaya si lo hizo, en la pista y en el banquillo, porque los que esperaban su turno para entrar se lo pasaban igual de bien mirando lo que hacían sus compañeros. Fue el bautizo perfecto frente a uno de los gallitos del Grupo C, que ante los de Scariolo pareció un equipo sin recursos. Y sí los tienen los montenegrinos, con dos pívots de primer nivel, Vucevic y Dubljevic, un base como Rice, que anota hasta dormido, y Radoncic y Todorovic, que son muchos kilos de talento joven.
Grandes jugadores que se apagaron enseguida ante el brillo de los españoles, mejores del primer al último minuto, aunque sólo necesitaron los veinte iniciales para dejar todo sentenciado (51-29). Justo antes del descanso se produjo la exhibición de Sergio Rodríguez, el que decía que ayer salieron las cosas. El base del CSKA recuperó la memoria de hace dos temporadas, cuando ponía de pie el WiZink Center con la camiseta del Real Madrid. Fueron nueve minutos prodigiosos, en los que anotó 4 puntos, repartió 6 asistencias, algunas sin mirar, y recuperó 3 balones. Pura magia fluyendo sobre la pista, arropada por un equipo que juega de memoria y que ya ha integrado a sus nuevos elementos.
No está Llull, pero sí Abrines, que abrió la sobremesa con buenos minutos y el atrevimiento ofensivo que se le va a pedir. Pau cumplía su partido número 200 y muy pronto se dio cuenta de que no era un día para ser decisivo. Ya vendrán momentos en los que toda España se colgará de su espalda para salir adelante. Ayer, al mayor de los Gasol le bastaba con ser una pieza más en un sistema sin fisuras. Tampoco Marc tuvo que acaparar juego, los veteranos dejaron que Willy Hernangómez se cargara de moral y tuviera el protagonismo. El pívot de los Knicks dejó sentado un par de veces a Vucevic, otro jugador NBA, que ayer fue superado por el ex del Real Madrid. Su hermano Juancho también se fue a dormir contento con su partido y ya insinuó que su capacidad para anotar desde fuera va a permitir muchas alternativas ofensivas en la pizarra de Scariolo.
Oriola, Sastre, Vives... las caras nuevas soltaron los nervios y se gustaron y Navarro también participó en la exhibición. Físicamente está lejísimos de su mejor nivel, pero la puntería está intacta (tres triples sin fallo). Todo fue perfecto, mientras Montenegro se diluía. Sólo opuso resistencia los primeros seis minutos. (13-8). Ahí, España presionó las líneas de pase y robaba una y otra vez con manos veloces sobre el rival que iba a recibir. Desde ahí podía correr y la historia se acabó rápido (26-14 min 10). Es pronto, pero la pinta del equipo es buenísima.
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