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OJ Mayo, un maldito en la Euroliga

El escolta del Unics Kazán jugó más de 500 partidos en la NBA durante 8 temporadas, pero fue el primer jugador desde 2006 en ser sancionado con dos años de suspensión por saltarse el programa antidrogas

OJ Mayo hace una bandeja en el partido entre en Unics Kazan y el Baskonia
OJ Mayo hace una bandeja en el partido entre en Unics Kazan y el BaskoniaEuroleague

No hay muchos jugadores en la Euroliga que puedan presumir de haber jugado más de 500 partidos en la NBA durante 8 temporadas y en tres franquicias diferentes. Sólo uno, además, ha sido el número tres del draft. Juega en el Unics Kazán, el equipo que apalizó el miércoles al Baskonia y que hoy se mide al Real Madrid. Se trata de Ovinton J’Anthony Mayo, OJ Mayo (5-11-1987, Hungtinton) en las pistas de medio planeta. El escolta estadounidense de 1,93 y 33 años está buscando su lugar en el mundo después de una carrera en la que ha vivido de todo.

OJ Mayo aterrizó en Kazán a finales de septiembre después de pasar en las últimas temporadas por Puerto Rico (Atléticos de San Germán), Taiwán (Dacin Tigers y Taipei Fubon Braves) y China (Hunan Yongsheng de Segunda División y Liaoning Flying Leopards). Fue su particular destierro después de la montaña rusa vivida en Estados Unidos desde que era un niño. OJ Mayo comenzó a sonar a nivel nacional con apenas 14 años. Fue protagonista en el partido entre colegios con más público en la historia del país, 16.202 espectadores. Su instituto, el North Collegue Hill, recibía a la prestigiosa Oak Hill Academy. El equipo de OJ Mayo perdió y esa temporada la NBA tomó una decisión que cambió su futuro. Se prohibió el salto directamente desde el instituto a la Liga. Tocaba pasar al menos un año por la Universidad. Eligió la Universidad del Sur de California. Entrenó al lado de Michael Jordan, Kobe Bryant, Sam Cassell, Kevin Garnett... pero también tuvo los primeros problemas. Agredió a un árbitro, fue sancionado y poco después la policía encontró marihuana en un coche en el que uno de los ocupantes era él. Un amigo asumió toda la responsabilidad y OJ Mayo pudo llegar limpio al draft de 2008 donde fue seleccionado con el número tres sólo por detrás de Derrick Rose y Michael Beasley. Tras él aparecían jugadores del nivel de Russell Westbrook o Kevin Love.

Fue elegido por los Timberwolves, que traspasaron sus derechos a los Grizzlies donde fue compañero de Marc Gasol. Fue titular en los 82 partidos de su primera temporada y sus promedios (18,5 puntos, 3,8 rebotes y 3,2 asistencias) le llevaron a ser incluido en el quinteto ideal de novatos. En su tercera temporada entró por primera vez en el programa antidrogas de la NBA por consumo de esteroides. Fue sancionado y confesó que hace tiempo ya consumía marihuana y sustancias para calmar el dolor. En 2012 llegó a Dallas donde pasó una temporada y luego recaló en los Bucks. En su tercer año en Milwaukee se rompió el tobillo derecho y en julio de 2016, en pleno proceso de recuperación, se saltó el programa antidrogas y fue inhabilitado por dos años. Se convirtió en el primer jugador que recibía esa sanción desde 2006. ¿Las razones? No se llegaron a especificar, pero... Pueden ser múltiples. Dar positivo por drogas duras como anfetaminas, LSD, cocaína o heroína; ser condenado o hallado culpable por un delito relacionado con estas sustancias; haber dado cuatro positivos por sustancias que mejoran el rendimiento como los esteroides; incumplir los términos del programa; poseer, consumir o distribuir drogas duras tras un tratamiento... Luego se confesó en Sports Illustrated: “Quitarme el baloncesto fue lo más parecido a estar en la cárcel. Desde que he tenido 6 ó 7 años, siempre he jugado y no estar en la NBA es el punto más deprimente de mi vida. Todos mis compañeros están jugando y yo no por culpa de mis errores. Si me quitas el balón, ¿qué puedo hacer?”.

El Unics Kazán, campeón de la Eurocup la pasada la temporada lo que le valió la clasificación para la Euroliga, le rescató de su destierro y debutó en la sexta jornada ante Anadolu Efes. Estuvo 10:25 en pista y sus números (0/3 en triples, una pérdida, un tapón recibido, una falta y -5 de valoración) delataban a un jugador fuera de sitio. En la victoria ante el Baskonia anotó sus primeros puntos. Velimir Perasovic se enfrenta a uno de sus retos más exigentes como técnico: resucitar a OJ Mayo.