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Llull lidera al mejor Madrid a la Final Four (76-87)

Derrotó en el tercer partido al Maccabi (76-87). El capitán, con 18 puntos y 5 asistencias, manejó el escenario con autoridad

Hanga se dispone a anotar una bandeja ante el Maccabi
Hanga se dispone a anotar una bandeja ante el MaccabiABIR SULTANAgencia EFE

El Real Madrid ya está en la Final Four de Belgrado mientras en las otras tres eliminatorias de cuartos se siguen partiendo la cara. Será la séptima Final Four sobre diez posibles en la “era Laso”, un prodigio de regularidad competitiva: subcampeón en 2013 ante Olympiacos; subcampeón en 2014 ante Maccabi; campeón en 2015 ante Olympiacos; cuarto en 2017; campeón en Belgrado 2018; tercero en 2019 en Vitoria y ya semifinalista en Belgrado 2022 a la espera de rival, Barcelona o Bayern. Ningún equipo ha remontado un 2-0 en los cuartos de la Euroliga y el Maccabi tampoco rompió esa estadística. En el quinto partido en nueve días, el Madrid sumó su quinta victoria seguida. Una racha inédita desde enero. Fue la actuación más sólida de la serie liderada por un soberbio Sergio Llull (18 puntos, 3 rebotes y 6 asistencias). Dirigió, anotó y mostró un control del escenario digno de sus mejores noches europeas.

La Mano de Elías de toda la vida ofrecía un aspecto imponente. Fue lo mejor que mostró el Maccabi en una eliminatoria en la que el Madrid ha sido muy superior. La mejor versión del equipo de Laso ha aparecido en el cruce de cuartos. Al extraordinario acierto exterior que permitió liquidar los dos primeros partidos (enorme 30/64 en triples los primeros días), el Madrid añadió muchos más ingredientes en Tel Aviv. Para empezar a domesticar a los macabeos apareció Tavares marcando territorio. Primer ataque, un tapón. Dos minutos, segundo tapón. Fueron seis los “gorros” en los dos primeros cuartos. En ataque se apostó por la vía directa. Los seis primeros lanzamientos hicieron pleno, fueron bandejas o mates. Canastas sencillas para tomar impulso (6-12). El Maccabi sólo fue capaz de responder de la mano de Wilbekin. Al estadounidense le vigilaron de cerca Williams-Goss, Causeur, Abalde y Hanga. Aún así sumó 15 puntos al descanso y su equipo mandó por un instante cuando él estaba desatado. Fue un momento porque en el Madrid aparecieron todos y el equipo dominó por dentro y por fuera.

Llull recuperó una versión desconocida, la de director de operaciones. Anotó sin necesidad de asumir tiros imposibles y produjo canastas para sus compañeros con regularidad. La mejor prueba en ataque de la labor coral del Madrid eran las 18 asistencias acumuladas al descanso: 25 puntos en el primer cuarto y 26 en el segundo. El equipo corrió en cuanto tuvo oportunidad y las canastas sencillas se sucedieron sin que la defensa del Maccabi inquietara lo más mínimo. El mejor Hanga de la temporada disparó al Madrid (37-51). Fueron dos cuartos más sólidos de lo que se vio en los dos primeros partidos. Dominio en el rebote, buena defensa, canastas fáciles, balón compartido y el Maccabi domesticado.

A los israelíes no les quedaba otro que multiplicar la intensidad. Con esa fórmula y una cuarta falta de Tavares absurda, la Mano de Elías volvió a creer (50-54). La fluidez en ataque era un recuerdo y el Madrid empezó a sufrir hasta que regresó a cancha Llull. El capitán y Poirier se encargaron de silenciar a la hinchada local. Y no lo hicieron de cualquier manera. El pívot se puso el traje del segundo partido. Sus siete puntos en el tercer cuarto hicieron pupa al Maccabi. Aún más dañino fue Llull. El equipo tenía problemas para sumar y él los resolvió. Tan importantes fueron sus 9 puntos como la forma en que llegaron. Fabricándose sus propias canastas y con un triple imposible en el último segundo. Su gesto llevándose las manos a la cabeza tras esa acción resumía la importancia en la resolución del cuarto (61-73).

El equipo cogió la inercia del triple y en el arranque del último periodo acabó con las escasas intenciones que le quedaban al Maccabi. Con los Efes, Barça, Olympiacos y demás pegándose por llegar a Belgrado, el Madrid ya tiene reservada plaza en la capital serbia.

76. Maccabi (22+19+20+15): Wilbekin (22), Evans (2), Nunnally (17), Williams (8) y Zizic (10) -quinteto titular- DiBartolomeo (2), Reynolds (9), Caloiaro (4), Thomas (0) y Sorkin (2).

87. Real Madrid (25+26+22+14): Williams-Goss (9), Causeur (4), Hanga (8), Yabusele (16) y Tavares (9) -quinteto titular- Abalde (6), Llull (18), Poirier (14), Rudy (3) y Randolph (0).

Árbitros: Javor (Esl), Hordov (Cro) y Nikolic (Ser). Sin eliminados. Técnicas a Williams y al banquillo del Madrid.

Incidencias: 11.100 espectadores en el Menora Mivtachim Arena. Tercer partido correspondiente a los cuartos de final de la Euroliga.

Cuartos de final: Barcelona, 1-Bayern, 1 (77-67/75-90/mañana, 20:30/29); Armani Milán, 1-Anadolu Efes, 2 (48-64/73-66/77-65/28); Olympiacos, 1-Mónaco, 1 (71-54/ 72-96/mañana, 21:00/29) y Real Madrid, 3-Maccabi, 0 (84-74/ 95-66/76-87/28*). (*Si fueran necesarios. TV: Dazn).