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Granada

La misma Francia, pero esta vez sin red

Siete días después del 88-64 que el equipo español endosó al francés, en la primera fase del campeonato, mañana vuelven a medir fuerzas con un pase a semifinales de por medio. El que pierda dirá adiós al Mundial de Baloncesto.

Las selecciones de Francia y España volverán a enfrentarse en el campeonato del Mundo de baloncesto una semana después, pero con un cambio sustancial, que ahora está en juego un pase a las semifinales.

Siete días después del 88-64 que el equipo español endosó al francés, en la primera fase del campeonato en Granada, mañana vuelven a medir fuerzas con un pase a semifinales de por medio.

Este aspecto lo cambia todo. No hay red. No hay posibilidad de fallo. El que pierda dirá adiós al Mundial.

Son los mismos equipos con los mismos jugadores, pero el baloncesto no son matemáticas y no se puede corregir, directamente, que la victoria volverá a ser española y por un amplio margen de puntos.

Además, ser 'entrañables enemigos vecinos' no hace sino complicar un poco más las cosas, porque en estos 'clásicos' aparecen otras variables que pueden hacer que el partido se complique todavía más.

La selección española sigue teniendo una superioridad notable en el juego interior con Pau y Marc Gasol y Serge Ibaka. La pequeña lesión muscular de Pau no parece de importancia y salvo complicación de última hora podrá jugar el partido.

Los dos equipos han evolucionado en esta semana y tienen la referencia del partido de Granada. Allí Francia intentó endurecer el encuentro y no permitió que su rival corriera. Seguirá en el empeño.

El equipo de Juan Antonio Orenga ha ido mejorando la defensa, asfixiante por momentos, y es consciente de que deberá esforzarse y sufrir para obtener el mismo resultado, la victoria.

"Será un partido de más nervios. Nosotros, como los aficionados, nos sentimos favoritos, pero debemos tener cuidado porque los franceses tienen jugadores NBA que saben jugar", dijo el capitán español Juan Carlos Navarro.

Otro aspecto en el que España es superior, en principio, es en la profundidad del banquillo. El entrenador español, Juan Antonio Orenga, tienen múltiples opciones jugando con tres exteriores 'bajos', con dos y hasta tres bases en pista y recambios para todos los puestos.

Vicent Collet, técnico de los franceses, tiene muchas menos opciones, entre otras cosas porque no tiene recambios que mejoren, en ningún aspecto, a sus dos figuras NBA, a Nicolas Batum y Boris Diaw. Además de que sus pívots altos son jóvenes y sin experiencia a los que este tipo de partido puede sobrepasarles.

El Palacio de Deportes de Madrid puede ser otro factor importante. Hasta el momento, las holgadas victorias de la selección han hecho que el apoyo del público no fuera fundamental, pero en caso de un partido igualado la fuerza que llega desde la grada puede ayudar y mucho.

Todo parece favorecer a la selección española, pero cuando se produce el salto inicial todos los considerandos pasan a un segundo plano y son dos equipos con el marcador a cero los que se miden.

España busca las semifinales en 'su' Mundial y Francia, el vigente campeón de Europa, por mucho que falte Tony Parker, tratará de impedírselo.