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Los Warriors, nuevos campeones de la NBA

Los Warriors ganan a los Cavaliers para sumar su segundo anillo en tres temporadas. El alero, MVP con unos números extraterrestres.

Jugadores de Golden State Warriors celebran su victoria ante Cleveland Cavaliers
Jugadores de Golden State Warriors celebran su victoria ante Cleveland Cavalierslarazon

Los Warriors ganan a los Cavaliers para sumar su segundo anillo en tres temporadas. El alero, MVP con unos números extraterrestres.

Dos asientos a pie de pista por 133.000 dólares. Eso fue lo que pagó un aficionado para ver el quinto anillo en la historia de los Golden State Warriors, el segundo en tres años y el primero de Kevin Durant. El doble oro olímpico y campeón del mundo con Estados Unidos llegó a la Liga en 2007 para discutir el dominio de LeBron James. Ha necesitado diez años para conquistar la NBA. Su fichaje el pasado verano (más de 26 millones de dólares de salario) situó a los de San Francisco en la «pole» para ganar un título que apunta a dinastía.

Puntos y más puntos

«Cuando tenía 8 años te dije que lo lograría», sollozaba Durant a su madre después de ser nombrado MVP. Ha anotado más de 30 puntos en los cinco partidos de las Finales. Y en el «día D» se fue hasta los 39 con sólo seis errores en el tiro. Sus promedios, marcianos: 35,2 puntos, 8,4 rebotes, 5,4 asistencias y 1,6 tapones. Sus porcentajes, de otra galaxia: 57 por ciento en tiros de dos, 47 en triples y 93 en tiros libres. Números acordes a unas condiciones propias de un tipo indefendible: 2,11 de altura, 2,28 de envergadura y capacidad para amenazar desde cualquier punto en un radio de acción a 8 metros del aro. «Tenemos al mejor anotador de la Liga y a uno de los mejores defensores, pero nunca se le incluye en este grupo», asegura su compañero Green. Precisamente ésa es una de las virtudes que tapa la catarata de baloncesto de los Warriors: su defensa es asfixiante. Y el parcial de 23-8 que cambió ayer el rumbo del partido nació del trabajo atrás. Lo del ataque resulta hasta normal: han anotado 110 puntos o más en 15 de los 17 partidos de «playoffs». Contraataques de tres segundos, triples desde ocho metros... Una máquina ofensiva nunca vista.

Curry, Green... de todo

Los focos, además de Durant, los suele acaparar Curry, pero el problema para el rival es cuando otros jugadores como Draymond Green o Iguodala toman protagonismo. Ellos cuatro junto a Klay Thompson forman el denominado «Quinteto de la Muerte». Green e Iguodala son dos prodigios de versatilidad. El primero, además de pegarse con su sombra, hace de todo. Es el alma en la Bahía de San Francisco. El segundo se marcó una actuación a la altura de sus finales de hace dos años cuando fue elegido MVP (20 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias). Fue el único que contuvo a LeBron y los Cavs no hallaron el mecanismo para frenar a la tercera fuente anotadora de los Warriors.

Stephen Curry ha completado una serie en la que ha demostrado que es muchísimo más que un malabarista y un ejecutor de triples imposibles. Ayer se marcó otra burrada: 34 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes. En las finales ha promediado casi diez asistencias por partido. Es el mejor ejemplo de la filosofía que predica Steve Kerr, su técnico: «Somos una mezcla de talento y poco egoísmo». Precisamente el entrenador y sus problemas de espalda han sido otra de las motivaciones de los Warriors. En la primera ronda reaparecieron unos dolores insufribles y hasta que reapareció, en el segundo partido de las Finales, su sustituto, Mike Brown, que había sido entrenador de los Cavaliers, presentó un impoluto 11-0. Y luego están Thompson, Livingston, West... Demasiado.

Agotamiento de los Cavs

«Son el equipo con más armas contra el que he jugado», confesó LeBron, que se despidió con otra actuación salvaje (41 puntos, 13 rebotes y 8 asistencias). Sus Cavs han sido los únicos capaces de robar un triunfo a los Warriors en «playoffs», pero los síntomas de agotamiento les hicieron flaquear atrás en el último cuarto cuando todavía creían en el milagro (98-95). Los defensores del título llegaban al quinto partido con el mismo marcador adverso que el año pasado (3-1), pero con tres factores amenazantes que no estaban la pasada temporada. Curry ya no tenía problemas físicos, Durant ya no estaba de vacaciones y Green ya no estaba sancionado. LeBron contó con la ayuda de Kyrie Irving (26 puntos), pese a sus problemas físicos; de Tristan Thompson (15) y de J. R. Smith (25), pero fue insuficiente. Su abrazo con Durant tras la derrota es el símbolo de una nueva era: en 2012 los Heat de LeBron arrasaron a los Thunder de Durant y ahora la superpotencia son los Warriors, el equipo del nuevo MVP. A LeBron, que a sus tres anillos suma cinco finales perdidas, le queda el consuelo, según se supo, de que la venta de sus zapatillas le proporcionó el año pasado 32 millones de dólares. Sólo un jubilado, un tal Michael Jordan, le superó (110).