Los Ángeles
Pau encuentra ayuda
Los Lakers arrancan con una victoria y los suplentes suman 76 puntos, su anotación más alta en 25 años
Horas antes de que los Lakers arrancasen la temporada 2013/14, Adriá, el menor de los hermanos Gasol, tuiteaba: «¿Quién es Shawne Williams?». El alero, un jugador residual en sus cuatro años en la Liga, era uno de los titulares de un equipo huérfano de Kobe Bryant. No era el único jugador de relleno que acompañaba a Pau Gasol y Steve Nash, los dos únicos titulares de verdad en el equipo de Mike D'Antoni. Y enfrente estaban los Clippers, que llevan un par de años convirtiéndose en el primer equipo de Los Ángeles. Pues ese equipo al que muchos especialistas sitúan en la final de la Conferencia Oeste, cayó con estrépito ante Gasol y un banquillo que aportó más puntos de lo que lo había hecho en los últimos 25 años. Los Lakers ganaron 116-103 y los suplentes sumaron 76 puntos. Dos de cada tres puntos del equipo fueron anotados por los secundarios.
«Ha sido una gran actuación del equipo y no me sorprende del todo. Estoy orgulloso y contento por la victoria», comentó Pau tras el estreno intentando ocultar la sorpresa que suponía la productividad de sus habitualmente marginales compañeros. Con Kobe Bryant en el Staples Center vestido de calle, D'Antoni se saltó una de las normas no escritas de la Liga. Visto el buen rendimiento de los suplentes, en el tercer cuarto, decidió continuar con ellos en los minutos decisivos. «Por favor, vuelve a poner a los titulares en cancha fue lo que pensé en el último cuarto», confesó «Doc» Rivers, técnico «clipper». Los Lakers jugaron como se supone que no van a hacer esta temporada. Sus tres pilares –Kobe, Pau y Nash– superan ampliamente los 30 años, así que de correr nada. Pero con los suplentes no concedieron tregua. Recuperaron el estilo habitual de D'Antoni: correr, correr y correr. Pau aguantó a los Lakers en la primera parte y luego el ritmo de los suplentes asfixió a los Clippers. Cinco de los seis jugadores de banquillo anotaron más de diez puntos.
En Miami, los Heat ejecutaron a los Bulls (107-95) como si no hubieran pasado más de cuatro meses desde la conquista del título. LeBron y sus tropas recibieron los anillos de campeones y no hicieron prisioneros. El regreso de Derrick Rose a un partido oficial 18 meses después demostró que el base necesita bastantes partidos para volver a ser el que era.
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