Real Madrid - Valencia Basket, final ACB: Llull, dos objetivos mejor que uno

Sergio Llull tiene un doble objetivo antes de que acabe junio: persigue su octava Liga Endesa, el título número 29 con el Real Madrid, y luego la renovación por un curso más con el club de su vida. Lo segundo se da por hecho y para lo primero deberá superar al Valencia Basket. Con 37 años y después de haber renunciado a la selección, el capitán del Madrid atraviesa un momento en el que sigue disfrutando del juego como el primer día. Su estado de forma le ha convertido en una pieza determinante en los playoffs y es clave en la rotación de Chus Mateo.

Llull es un superviviente de la plantilla que en 2017 cayó en la final de la ACB ante el Valencia (3-1). Los argumentos del Madrid para que no se repita la historia, ante un equipo que tenía como entrenador precisamente a Pedro Martínez, empiezan por la necesidad de cerrar la temporada con algún título. La solidez como local le valió el liderato al Madrid en la primera fase y por tanto el factor cancha en la final. El equipo presume de 29 victorias seguidas en su pista y el último que ganó en la capital, el BAXI Manresa, estaba dirigido también por Pedro Martínez. Sólo el Unicaja, en el tercer partido de la semifinal, ha podido con los blancos desde el 22 de diciembre del año pasado. Fue la última derrota liguera y fue en Valencia (85-84 con un parcial de 14-5 en los últimos tres minutos).

La no clasificación para la Final Four ha permitido al equipo vivir una especie de minipretemporada antes de comenzar los «playoffs». El equipo está físicamente como muy pocas veces a estas alturas de temporada y eso se nota en varios jugadores clave como es el caso de Llull. Con permiso de Tavares, el jugador más determinante del equipo con diferencia, los exteriores han demostrado ante el Unicaja que llegan en su mejor momento como colectivo al final de la temporada. Campazzo, después de unos meses complicados, ha retomado el mando de las operaciones; Feliz ha demostrado, tras la Copa del Rey, que es una pieza más que aprovechable y la pareja de balcánicos ha evidenciado que si están centrados pueden ser jugadores diferenciales. Tanto como el capitán. «Va a ser una serie muy dura y muy igualada, como fue la semifinal», asegura.