Estados Unidos

Sergio Rodríguez: «En algún momento nos sentimos imbatibles»

«Orenga es muy tranquilo, muy comprensivo y eso nos ayuda mucho»

Sergio Rodríguez/ base de la Selección
Sergio Rodríguez/ base de la Selecciónlarazon

De Dubái, Maldivas y Mykonos al Triángulo de Oro. De la luna de miel a la concentración con España en Madrid. Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 12-6-1986) se casó el pasado 4 de julio y es un hombre feliz.

De Dubái, Maldivas y Mykonos al Triángulo de Oro. De la luna de miel a la concentración con España en Madrid. Sergio Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife, 12-6-1986) se casó el pasado 4 de julio y es un hombre feliz. «Estoy muy contento por todo. El día de la boda quizá estuve un poco nervioso al llegar a la ceremonia, pero lo pasé muy bien. Estaba todo lleno de amigos, de compañeros, de familia... y compartir eso con Ana... Nos gustaría tener hijos, formar una familia, pero tiempo al tiempo y con tranquilidad». Ahora toca pensar en la Copa del Mundo.

–¿Qué es eso del «chachismo»?

–Yo siempre intento divertirme en la cancha, jugar disfrutando del baloncesto... Tengo la suerte de que lo que más me gusta hacer es mi trabajo y eso sí, si es posible, ganando, intentando ganar porque soy muy competitivo y me gusta ganar a cualquier cosa.

–¿Y cómo explica que su estilo de juego le salga de esa forma tan natural?

–Desde muy pequeño me he pasado muchísimas horas con la pelota y desde que tengo uso de razón recuerdo que siempre tenía muy cerca una canasta y pelotas en mi casa. Con tres o cuatro años me recuerdo con la pelota, con la canasta de Larry Bird y, además, mis padres jugaban, con lo que el baloncesto estaba metido en mi vida desde el principio. Todas esas horas con la pelota me han hecho tener mucha práctica y tener facilidad para manejarla.

–A pesar de que hace lo que más le gusta del mundo, ¿se puede estar cansado del baloncesto?

–Sí, sí, sí... Se puede estar, no harto del baloncesto, pero sí saturado de la competición, de la rutina, de los viajes, de la convivencia con la misma gente... Aún así, el baloncesto siempre está en mi cabeza. Los torneos de verano, las competiciones de las selecciones inferiores... Me gusta estar muy al corriente de todo. Este año ha sido un año muy largo y con muchas emociones. No te llegas a saturar porque estás jugando para ganar y al haber una meta y un objetivo claro no te hartas, pero hay que sacar conclusiones positivas de todo lo que nos ha pasado y habrá que cambiar algunas cosas desde el principio.

–¿Sirve la Selección como terapia?

–Esto es una cosa muy diferente, es otra dinámica. Todos venimos con muchas ganas y encontrarte con gente tan buena alrededor te motiva muchísimo y te divierte. En este grupo casi siempre pasan cosas muy bonitas.

–Con la calidad que hay aquí, tiene que resultar incluso más fácil desarrollar su juego...

–En el Madrid es más fácil porque nos conocemos más y pasamos mucho más tiempo juntos. Aquí la preparación son un par de semanas, luego llegan los partidos y todos venimos de sistemas diferentes y tenemos que tener la capacidad de adaptarnos, pero jugar con gente tan buena te lo hace todo más fácil. Es una gozada entrenarse y jugar con gente de primer nivel mundial.

–Los seleccionadores aseguran que una de las grandes virtudes del grupo es la capacidad para asimilar conceptos con una rapidez que no han visto en otros equipos...

–Aquí llevamos ya la mayoría muchos años y sabemos muy bien a lo que venimos. La gente es muy profesional, estamos muy concentrados y eso hace más fácil el trabajo diario.

–¿Ha habido algún compañero que le haya sorprendido?

–Es muy pronto. A Alex (Abrines), que es el nuevo en el equipo, se le ven cosas en los partidos y en los entrenamientos se le ve todavía más que puede ayudar mucho.

–Comparte puesto con Ricky y Calderón, ¿cómo define a Ricky?

–Tiene una frescura enorme, es un grandísimo jugador. Es capaz de cambiar el partido y las sensaciones del propio equipo y eso es muy positivo para que la gente se sienta a gusto en la pista. Me quedo con su intensidad defendiendo y atacando. Es muy listo.

–¿Y a Calderón?

–Lleva muchísimos años a primer nivel haciendo una gran carrera en la NBA. El tiro que tiene es una pasada. Cómo marca los tiros, lo que se eleva, desde que sale la pelota de la mano sabes que va a ir dentro... Su intensidad, su físico, todo....

–Distribuir minutos en su posición no va a ser fácil...

–En mi posición y en todas las demás. Tener ese tipo de marrones significa que hay mucha gente que puede hacer bien las cosas, que va a responder en el momento en que se les llame.

–¿Hay en el grupo la sensación de que algunas cosas del Eurobasket 2007 no se pueden repetir?

–Siempre, siempre, simpre intentas hacer lo mejor. Todos los años durante la concentración siempre hay alguna cosa que no se ha hecho bien y se trata de corregir. Era otro momento, el equipo llegaba bien y, además, llegábamos del Mundial de Japón en el que todo había salido perfecto. Era muy difícil repetir eso. Ganamos todo, jugamos muy bien y eso provocó que la plata pareciese algo menor.

–¿Hubo quizá demasiadas cosas al margen del baloncesto?

–Siempre que juegas aquí tiene que haber presión y atención mediática. Quizá ahora tengamos todo eso mejor asimilado que en aquel momento. Hemos sido dos veces campeones de Europa, dos platas olímpicas... El grupo tiene todo más asimilado y nos sentimos mimados por la gente.

–¿Por qué se puede ganar a los americanos?

–Tenemos que pensar partido a partido, pero miramos a los mejores y esos son los Estados Unidos. Tienen un equipazo pese a las bajas. Tenemos que jugar un partidazo y tener muy claro lo que tenemos que hacer. Habrá que limitarles lo máximo posible. En Londres ya lo hicimos y metieron muchísimo, les salió un gran partido. Queda mucho para llegar hasta allí, hay que ser conscientes de que hay que empezar bien para llegar a donde todos queremos.

–¿Es esta Selección mejor que la del Eurobasket de Lituania o que la de los Juegos de Londres?

–Esto es cuestión de momentos, depende. En el Eurobasket de Lituania hubo un momento, en cuartos, semifinales y en la final, que nos sentimos imbatibles. Hay muy buen equipo, pero hay que llegar bien al momento importante.

–¿En qué es diferente Orenga al resto de seleccionadores?

–Yo he tenido oportunidad de estar con cuatro seleccionadores, todos diferentes. Orenga es muy tranquilo, es muy comprensivo, su pose es de tranquilidad y eso nos ayuda mucho.