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Un leñador en el camino

El pívot NBA Marcin Gortat es la estrella de la selección polaca, que mide hoy la salud de España en los octavos de final del Eurobasket

Marcin Gortat
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El pívot NBA Marcin Gortat es la estrella de la selección polaca, que mide hoy la salud de España en los octavos de final del Eurobasket

«El baloncesto en Polonia es básicamente yo», dice la estrella del obstáculo que España se va a encontrar hoy en los octavos de final del Eurobasket. La bandera del conjunto polaco son los músculos y la cara de malo de Marcin Gortat, un pívot respetado en la NBA, donde el curso pasado promedió 12,2 puntos y algo más de 8 rebotes por encuentro en la temporada regular. A pesar de su imponente físico (el martillo o la máquina son algunos de sus apodos) Gortat es algo más que defensa y rebote. Ha enriquecido su juego con la mejora de sus recursos ofensivos, suficientes para ser el líder indiscutible con su país y tener garantizados 50 millones de dólares en las próximas cuatro temporadas con los Washington Wizards.

Hijo de un boxeador, medallista olímpico en los años 70, y de una jugadora de voleibol, Gortat asegura que ha heredado el lenguaje corporal y los movimientos de su padre sobre el cuadrilátero, aunque su repertorio de «golpes» se limita a algún que otro hachazo en forma de falta contundente, además de los tatuajes y una barba agresiva. Hoy se las verá en la pintura con una España tumbada en el diván desde que llegó a Berlín y que así se ha trasladado a Lille para jugar los cruces a vida o muerte camino de la clasificación para Río de Janeiro.

El partido ante Turquía y el tercer cuarto frente a Alemania invitan a pensar que todo es posible de aquí al próximo domingo, mientras que el choque frente a Italia o los minutos finales del cierre de la primera fase no permiten disparar demasiado el optimismo. El mensaje que se lanza desde el vestuario es que el sufrimiento con el que se ha conseguido la clasificación puede ser la motivación perfecta para lo que viene, que no es otra cosa que una etapa de montaña con los puertos más exigentes después de Polonia: Grecia (cuartos), Francia (semifinales) y Serbia (final). Ante los galos estaría la frontera de la clasificación directa a los Juegos de 2016, pero visto lo visto resulta complicado mirar tan lejos. Lo primero es Polonia hoy, un bloque con menos talento y potencial que España se mire por dónde se mire. Si los de Scariolo consiguen prolongar las rachas de buena defensa (Polonia es el equipo con más pérdidas) y encuentran a Gasol y éste, ayuda desde el perímetro, no habrá mucho debate, como sucedió contra Turquía. Si la irregularidad de España se dispara hacia arriba, los favoritos pueden empezar a temblar. Si va hacia abajo, será España la que tiemble.