Bonucci, el amigo de Morata

Fue uno de los «cuidadores» del ahora delantero del Atlético cuando jugaba en la Juve. Hoy se reencuentran.

Dos temporadas en la Juventus sirvieron a Álvaro Morata para convertirse por fin en el delantero que esperaba ser. Jugó una final de Champions y una Eurocopa con España antes de regresar al Real Madrid. Aquellos entrenamientos frente a Bonucci y Chiellini le sirvieron para hacerse más fuerte. Cada día practicaba con los mejores defensas de Italia y con ellos perdió a golpes la fragilidad. Marcó 27 goles en dos años y regaló 19 asistencias, pero lo más importante es que se hizo mayor futbolísticamente.

«En pocos años ha logrado entrar entre los mejores del mundo. Tiene calidad como jugador y como hombre para llegar a lo más alto. Será difícil contenerle y yo lo daré todo», decía su amigo Leonardo Bonucci antes de enfrentarse a él en los octavos de final de la Eurocopa 2016.

En Turín pasó también por momentos difíciles. Estuvo varios meses sin marcar, pero ésa era la menor de sus preocupaciones. Lo había dejado con su novia de entonces, su familia tuvo algunos problemas y, además, una pubalgia le impedía rendir al cien por cien. Es una lesión dolorosa y muchas veces tuvo que infiltrarse para jugar. En esos momentos duros encontró también el consejo de Buffon. «Me dijo que, si estás mal, lo mejor es que te encierres a llorar en tu habitación, pero no dar ninguna muestra de debilidad, porque mucha gente irá a por ti e intentarán desestabilizarte. Tienes que tener la cabeza siempre alta y transmitir la sensación de que estás bien y de que nadie puede contigo, aunque te encuentres mal», confesaba en una entrevista en el diario «Marca».

Ahora se reencuentra con Chiellini y con Bonucci. «Ya le avisé: ''En cuanto entre en el campo te voy a dar una paliza''», asegura el central italiano en el diario «As».

Bonucci también pasó por momentos difíciles cuando coincidió con Morata en la Juventus. La enfermedad pulmonar de su hijo Matteo le hizo replantearse su futuro en el fútbol, que ya no era lo más importante para él. El central lo pasó mal después de fallar el penalti decisivo contra Alemania en los cuartos de finalde aquella Eurocopa. «Pero eso no era lo importante. Lo importante es cuando se llevan a tu hijo al quirófano», reconoció.

Ahora ya no le parece tan grave que su hijo mayor, Lorenzo, no se alegre de sus triunfos con la Juventus. Es hincha del Torino –ahora juega en las categorías inferiores del Toro– y en alguna ocasión se le ha visto con cara de disgusto en las celebraciones de la Juve. Un problema menor.