Papel

Brasil descubre la vida sin Neymar

Firmino, con el 11, celebra con Willian el gol que consiguió contra Venezuela
Firmino, con el 11, celebra con Willian el gol que consiguió contra Venezuelalarazon

Firmino, por el que el Liverpool ha pagado 40 millones, es la esperanza ofensiva para llegar a semifinales

A Roberto Firmino le cuesta expresarse ante los micrófonos, le puede la timidez. En el campo, nada le impide convertirse en la mejor solución que ha encontrado Dunga para sustituir a Neymar. El Liverpool acaba de pagar 40 millones por su traspaso al Hoffenheim, pero su camino no ha sido sencillo hasta llegar ahí. Se crió en Maceió, una de las ciudades más peligrosas de Brasil, pero también un lugar relativamente acostumbrado a alumbrar a futbolistas de gran nivel. De allí salieron Mario Zagallo o el madridista Pepe.

«Cuando llegué a la selección tuve que hacer una labor de rejuvenecimiento y dar oportunidades a jugadores desconocidos para el público, y muchas veces también para la Prensa», explicaba Dunga después de uno de los amistosos de preparación de la Copa América. Y uno de esos valores ocultos es Roberto Firmino (Maceió, 1991), un futbolista que no tuvo una carrera excesivamente destacada en Brasil. Jugaba en el Figueirense, de la segunda división, cuando el Hoffenheim fue a buscarlo. No le convencieron sus goles, sino su fútbol. Este año apenas ha marcado siete goles en 33 partidos de Liga, pero en Alemania han sabido apreciar otras características. «Es el primero en trabajar para recuperar el balón», dicen. Aunque no es eso lo que convenció a su seleccionador. Los 16 goles que consiguió la temporada pasada le han ayudado más. «Su mejor cualidad es su gran facilidad para hacer gol», destacaba Dunga la primera vez que lo convocó. «Es un jugador de una gran calidad técnica, tiene gol y facilidad para dar el último pase a los compañeros. Está acostumbrado a jugar en un campeonato muy físico», añadía. El ejemplo de Diego Costa, que prefirió jugar con España ante la escasa atención que le prestaba Scolari, el anterior seleccionador, ha animado a Dunga a recorrerse el mundo localizando futbolistas brasileños con capacidad para ayudar a la «canarinha». Luiz Adriano, el delantero del Shakthar, uno de los máximos goleadores de la última Liga de Campeones, era un proyecto parecido. Llegaron a la vez a la selección, pero él se ha quedado por el camino, sin sitio en la Copa América.

Firmino jugó en la segunda parte del primer partido contra Perú, fue titular en el segundo contra Colombia y en el tercero, contra Venezuela, añadió el gol a su aportación al juego brasileño. Ya no estaba Neymar, sancionado después de su expulsión contra Colombia, y Dunga le puso a Robinho al lado porque no basta un solo jugador para ocupar el lugar de la estrella brasileña. «Robinho es Robinho, Coutinho es Coutinho y Neymar es Neymar. No hay que comparar. Ellos tienen que jugar como saben y dar lo máximo para el equipo», decía Dunga tras conocer la sanción a su capitán. «Sería muy fácil si uno tuviera un Pelé en el banco. No está Pelé, entra otro Pelé. No está Neymar, entra otro Neymar. Pero esto no es así. El equipo no depende de un jugador, tenemos buenos jugadores que tienen que exprimirse al máximo», añadía.

Y uno de esos futbolistas es Firmino. «Es normal que tenga dudas, está comenzando ahora una etapa en la selección y la tendencia es que con el paso de los partidos se sienta más seguro y más confiado», asegura Dunga. «Necesitamos jugadores que tomen decisiones», dice. Y a Firmino sólo le tiembla la voz delante de los micrófonos.