Copa Confederaciones
Brasil y la Confederaciones, los últimos retos de España
España ha completado su colección de triunfos a fuerza de proponerse retos para superarlos inmediatamente. Después de la Eurocopa llegó el Mundial que «La Roja» nunca había ganado, y después, otra Eurocopa, un triplete único que no completaron ni la Alemania de Beckenbauer ni la Francia de Zidane. «Este grupo no se cansa nunca de salir a ganar», confiesa Jesús Navas. Ése, y el fútbol, son los secretos de su éxito. Pero, aunque la Selección ya lo ha ganado todo, o al menos todo lo importante, tiene aún asuntos pendientes con la historia, como Brasil y la Copa Confederaciones. España nunca ha ganado este torneo. Hace cuatro años, en su primera participación, se estrelló contra Estados Unidos en la semifinal. Era la primera oportunidad, porque el principal atractivo de este campeonato es que hay que ganar algo para llegar a él. Y España, hasta hace cinco años, nunca ganaba nada. Ayer era el quinto aniversario de aquel gol de Torres en El Prater de Viena contra Alemania. Pero el secreto de España es no detenerse en la nostalgia. Este grupo prefiere seguir alimentando el presente para que la memoria esté llena cuando llegue el momento de mirar atrás. Tampoco ha ganado nunca este grupo a Brasil. Era la final esperada en las dos citas de Suráfrica, pero en los ensayos de la Confederaciones falló España y en el Mundial, Brasil se quedó en cuartos por el camino.
«Ganar un título a Brasil en su casa, hacer otro «Maracanazo» es la leyenda que le falta a esta Selección. Es un reto bonito, pero sabemos lo complicado que es. Estamos viendo el torneo que ha hecho y estar con tanta gente animándoles va a ser muy complicado», reconoce Álvaro Arbeloa en una entrevista concedida a la agencia Efe. «La solidaridad en el trabajo y las ganas de más son factores decisivos hacia el éxito. Hemos ganado un Mundial y dos Eurocopas, pero siempre hay un nuevo reto que marcarse. El próximo ya lo tenemos al alcance con una nueva final. Vamos a disfrutar de un momento inolvidable», añade.
Paso a paso, España se marca retos que cumplir. Gane o pierda, el siguiente ya lo tiene marcado. Nunca una selección europea ha ganado un Mundial en territorio americano y nadie ha encadenado cuatro triunfos consecutivos en grandes torneos. Pero eso será el año próximo. Esta noche, en Maracaná, la Selección tiene que solventar otras cuentas pendientes. Y lo hará desde el convencimiento de saber que es el mejor equipo del mundo. Por primera vez, Brasil se siente pequeño ante un enemigo. «Somos el Brasil del presente», dice Torres a la agencia Efe. «Nosotros no tenemos nada que demostrar ya», añade. Pero, como todos sus compañeros, insiste en las ganas de ganar. «La Copa Confederaciones es el único título que le falta a esta generación y lo queremos», asegura. «Es el sueño que tenemos todos y por lo que hemos venido a Brasil. Todo el mundo hablaba de una final España-Brasil, es un partido para disfrutar», insiste.
España se ha convertido en el modelo a imitar. Tiene el estilo más reconocible y por eso, incluso los brasileños, se sienten inferiores ante el equipo de Vicente del Bosque. «Son los mejores del mundo», asegura Neymar. Mientras, el seleccionador español intenta mantener la calma que siempre le acompaña y encuentra motivos para seguir siendo optimista. «He oído a alguno por lo bajini que están ilusionados por jugar en Maracaná. Eso, en jugadores con tantas batallas, que han jugado en los mejores campos contra los mejores rivales, que sientan esa ilusión es importante. Te das cuenta de que la vida es un sueño en el que se van cumpliendo retos. Los brasileños son como los padres del fútbol. Nacimos con su hegemonía en el mundo», afirma. «Debemos ser nosotros mismos, sin tener excesiva preocupación en el contrario, porque puedes perder tu identidad. No somos soberbios, como si no existiera el contrario, pero tampoco debemos estar sometidos a lo que ellos marquen. Ni ellos son tan buenos como eran antes ni nosotros somos los mejores», añade. Del Bosque conoce el secreto para el triunfo, que España siga siendo España.
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