Si la cabeza del Atlético no está donde debe...

Es una pena saber y poder, pero no querer. Si el hombre es el único ser vivo que tropieza dos veces en la misma piedra, el Atlético es capaz de hacerlo veinte veces y es incapaz de aprender de sus errores. Es como si el equipo que tenía la posibilidad cierta de ponerse líder de la Liga ganando en Las Palmas fuera otro. Los del Cholo Simeone volvieron a las andadas, a esperar atrás buscando los espacios a la contra y dejando de tocar el balón desde atrás para abusar del pelotazo. Conclusión, el balón y el campo fueron para el equipo local, que fue superior y se llevó los tres puntos. Adiós al liderato. Cuando los rojiblancos quisieron reaccionar, ya era demasiado tarde. Con un Oblak irreconocible, el 2-0 fue demasiada losa para un equipo que, sólo cuando se vio con el partido perdido, intentó ir a ganarlo.

El Cholo, olvidándose de su propio lema del partido a partido, quito a Koke y Griezmann a la hora de encuentro con 1-0 en el marcador y demostró que quizá todos estaban con la mente puesta en el partido equivocado. Sólo Riquelme y Barrios parecieron dispuestos a pelear el liderato de la competición doméstica sin pensar en la Champions. Ambos estuvieron acompañados por Morata, que no faltó a su cita con el gol. El capitán de la selección nacional estuvo cerca de empatar el partido en el tramo final. Una prueba más de lo que se podía haber hecho y no se hizo. Pura impotencia la que sintieron los seguidores colchoneros.

A uno le invade la rabia cuando sabe de la capacidad del equipo para ganar partidos jugando de una manera y ver cómo se escapa el éxito entre los dedos de las manos como si fuera agua, por estar empeñado en jugar exactamente a lo contrario. Los mismos jugadores que hace siete días sacaban el balón jugado desde atrás como los equipos grandes, en Canarias pegaron pelotazos como si les fueran a dar puntos por sacar balones del estadio. Es imposible saber qué Atlético nos vamos a encontrar mañana, pero si quiere tener alguna opción de pelear por los títulos, Simeone y los suyos ya saben cómo lo tienen que hacer.