Cara a cara: ¿Traiciona neymar a brasil al apoyar a argentina?

Bajo el síndrome del terror; por José Luis Sánchez

Pobre Neymar, Jorge. Querrás defenderle en algo indefendible. Un brasileño, el líder de la Pentacampeona, el referente, torciendo por Argentina. De verdad, nos hemos vuelto todos locos. Pelé, Romario, Ronaldo, Cafú, búscame un futbolista de su país haciendo el ridículo de esa manera. Ni aunque sus padres vistieran de albiceleste querrían verles levantar la Copa del Mundo. Imagina a un madridista queriendo al Barcelona como campeón de Europa. A un atlético desando ver a su eterno rival de la ciudad levantando trofeos. En esta vida todo tiene su explicación, y Neymar aún es joven para dar ese paso de madurez. Neymar tiene miedo. Cómo volver a Barcelona tras desear el triunfo de Alemania en la final, o tras alegrarse de un gol de Kroos, Klose, Khedira, Özil o Müller. Le deportaría... Leo Messi.

w Bajo la dictadura del «10»

Permíteme la licencia, estimado Jorge. Este «Ney» aliviado y liberado que hemos visto con Brasil durante el Mundial vive atormentado en la Ciudad Condal bajo el yugo messiniano. Si Messi no gana el campeonato del mundo, será difícil aguantar su frustración y el brasileño puede pagar el pato. Ha sido una declaración políticamente correcta. Quedar bien con el jefe del Camp Nou. Pero Jorge, estoy convencido, el domingo, con sus amigos, en la privacidad de su domicilio, el «10» de Brasil celebrará los goles alemanes. No dudes ni vaciles, será así porque el ADN, el orgullo, la historia, el corazón y el amor por su patria le impedirá levantarse ante un triunfo de Argentina. Un Mundial es una estrella más en el pecho y eso, motivo de mofa aún mayor si la consiguen en Maracaná, sería para la eternidad. Ni su «amigo» Messi ni este intento por ser nominado para el Príncipe de Asturias de la Concordia. Estoy tan seguro de que ningún brasileño quiere que venza su archienemigo como que el sol sale cada mañana, y para Neymar si no se manifiesta así, el sol jamás saldrá en Barcelona. Leo Messi le hará un eclipse total.

«Ney» es listoy mira al futuro; por Jorge D'Alessandro

El astro brasileño, ante la mayor ofensa futbolística jamás sufrida por la selección «canarinha», el 1-7 que encajó ante Alemania en las semifinales, y con el agravante de haber sucedido en su propia casa, quiere venganza. Huele a sangre. Y su mayor aliado es Messi. El Rey Leo es el único capaz de cauterizar la herida provocada en la yugular por la selección de Joachim Löw evitando precisamente que los germanos profanen el templo, Maracaná. No lo queréis entender, José Luis. Yo te voy a explicar por qué es así.

Doble intención

Ya sé que opinarás, como muchos otros que están equivocados, que sería Argentina la que profanaría Maracaná si gana allí su tercera Copa del Mundo. Pero siempre os pasáis por alto muchos detalles. La situación es excepcional, José Luis. Se sale de lo normal. Estamos ante una catástrofe. Han ultrajado a Brasil. Ya se ha destruido Maracaná y eso no tiene remedio. Neymar empieza a pensar en defender al fútbol suramericano ante los rivales que retrataron a Brasil para siempre. Tiene la cabeza puesta en que la Copa del Mundo no salga del continente. Y además, tiene una doble intención. También quiere reconocer a Leo, ya que no pudo conseguir la corona del fútbol mundial él mismo, y ponerse a sus pies. Esto dará comienzo a su nueva era en el Barça de futuro, con ellos dos y Luis Suárez, que se les unió ayer, acompañándolos en el ataque. Apoyo total y consideración al nuevo Barça. Un profesional.

Piensa en azulgrana

¿Que Neymar tiene miedo de Messi? Por ahí no entro, José Luis. Es una idea muy pequeña. Es más listo, es pícaro, lo hace por su propio beneficio, no por temor a Messi. Además, inteligentemente, sabe que su sociedad con Leo es el trampolín a sus éxitos. Y a ser algún día el heredero, ya sea por abdicación o por juego, al trono. Quiere ser número uno del mundo, pero tiene paciencia porque sabe que ahora ese puesto es de su compañero. Está pensando en el largo plazo. Debe esperar cuatro años para tomarse la revancha con Brasil, y hoy eso queda muy lejos. Neymar ya piensa y vive en blaugrana. Muy listo e inteligente el «crack» brasileño.