Champions League
Carvajal inclina el campo
El canterano del Madrid volvió a ser decisivo para empujar al equipo hacia arriba. Dio el primer gol y ganó su pugna con Ribery.
El canterano del Madrid volvió a ser decisivo para empujar al equipo hacia arriba. Dio el primer gol y ganó su pugna con Ribery.
A Carvajal le da igual el escenario, el rival o la importancia del partido. Para él, cada choque es el último y hay que jugarlo como tal. Tampoco le importa a quién tiene enfrente. Ayer era Ribèry, un futbolista excepcional con años de experiencia. El francés tocó la pelota durante la primera parte varias veces, intentó jugar, pero fue sustituido en la segunda, cuando Ancelotti comprobó que había perdido su duelo contra el lateral derecho del Madrid. Porque Ribèry no llegó a tapar una subida del canterano blanco, Casemiro encontró el hueco y Carvajal recibió por fin con ventaja cerca de la portería contraria: centró fuerte, a media altura, para que Cristiano rematase con habilidad. Y esa jugada cambió todo el choque y puso de cara la eliminatoria para el equipo español.
Fue su venganza por la injusticia que había sufrido en la primera parte. Despejó un balón con el pecho y el colegiado pitó penalti y puso contra las cuerdas al Real Madrid. Carvajal protestaba como quien grita en el desierto, impotente. Su equipo estaba cerca de la desesperación por una mala apreciación del árbitro. Dos goles en contra antes del descanso era abrir la puerta de salida antes de tiempo. «No hay penalti, pero esto puede pasar y te puedes poner 2-0. Al final, con paciencia y con querer, remontamos», explicaba después Zidane.
No marcó Vidal y Carvajal comprendió que se tenía que tomar su venganza. Él conoce perfectamente ese campo, donde jugó una vez cuando estaba en el Bayer Leverkusen y otra el año de la Décima con el Madrid. Dos victorias en dos visitas. Con la de ayer, ya son tres visitas y tres victorias. Sólo sabe ganar en un estadio en el que lo habitual es perder. Pero no va en su carácter eso de aceptar la derrota. Educado en la cantera del club blanco, competitivo al máximo, no le teme a nada. Ayer fue el futbolista del Madrid que más regates hizo.
Además de romper el partido, se inventó un pase a Benzema, cuyo remate lo sacó Neuer con el pie. «El Madrid pudo matar la eliminatoria, tuvimos suerte», reconocía Ancelotti respecto al final del partido. El conjunto de Zidane apretaba y el Bayern desaparecía. Sólo las manos de Neuer detenían al conjunto español, ya liberado para jugar por las bandas, su gran arma. Gran parte del peligro del Madrid llega por las subidas de Marcelo y Carvajal. Ayer, con el brasileño preocupado por no dejar ni un metro a Robben, tuvo que ser Carvajal el que se descolgara para abrir el campo. «En la segunda mitad, con un poco más de control y dominio del juego, generamos muchas ocasiones. Algunas acabaron en gol y nos vamos con ganas de haber hecho algún tanto más con el que ir más cómodos a la vuelta», comentaba Ramos. De estar muertos a sentirse insatisfechos.
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