Real Madrid

Casillas canta...

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Casillas canta...larazon

El portero y capitán madridista no reconoció su grave error en el gol de Tiago. Tras su fallo, el Real Madrid desapareció del césped del Vicente Calderón.

Minuto 14 del derbi. El Real Madrid no hacía daño, pero, bien plantado, tampoco sufría en el Calderón. Por una vez, quería impedir que el Atlético se adelantara, lo que es costumbre en los últimos enfrentamientos entre ambos. Evitar que aparecieran los fantasmas de los últimos seis derbis a las primeras de cambio. Pero aparecieron. Y de qué forma. Juanfran ganó línea de fondo por la derecha y centró al corazón del área. Allí Griezmann ganó el salto a Varane y Nacho, y peinó hacia Mandzukic. El croata, completamente solo, cedió atrás, para Tiago, y el portugués chutó. Raso y centrado, a las manos de Iker Casillas. El balón pasó entre las piernas de Nacho y rozó ligeramente en la bota derecha de Varane, sí. Pero llegó al guardameta franco para ser blocado o despejado, centrado, directo hacia él. Una parada obligatoria para un guardameta profesional. Pero a Iker se le escapó el cuero, que traspasó mansamente la línea de gol ante la incredulidad de sus compañeros y la alegría del Vicente Calderón, que pasó a corear su nombre varias veces durante el resto del partido.

Iker no atacó el cuero con ambos guantes. Lo hizo sólo con el derecho, y no fue capaz de retenerlo. Lo que era una parada sencilla para cualquier guardameta se convirtió en el 1-0, tanto que alteró el marcador inicial y dinamitó la confianza de su equipo, que desde ese mismo instante desapareció del césped a merced de sus recién adquiridos complejos. Para Hugo «Loco» Gatti, colaborador habitual de «El Chiringuito» de Neox y ex portero profesional, el fallo de Casillas es inexcusable: «Debería haber puesto las dos manos sobre el balón, no sólo una, y también el cuerpo por detrás. En el peor de los casos, si se te escapa, todavía la puedes detener la pelota con él». En el diario francés «L’Equipe», opinaban que «debió despejar con el pie».

El capitán blanco no lo quiso ver así: «¿Por qué ha sido un error? Desde dentro puedo asegurar que no. El balón pasa por Nacho y Varane la desvía un poco. No ha sido un error». Sin embargo, su rostro tras recoger el balón de las mallas le delataba. Es el primero que sabía que pudo hacer más, al igual que en la final de la «Champions» o ante Holanda y Chile en el Mundial de Brasil, así como en el encuentro frente a Eslovaquia. Demasiados errores recientes, aunque últimamente estaba transmitiendo más seguridad tanto entre palos como en balones aéreos. Iker no está ofreciendo la fiabilidad que siempre exhibió durante gran parte de su carrera y el Madrid necesita su mejor versión. Tras el derbi, la necesita más que nunca.