A rueda: Nadal gana en la derrota

Estamos tocando el mes de mayo y Rafa Nadal aún no ha ganado un solo torneo en lo que va de año, ni siquiera en la arcilla, en su tierra. Es más, ha sufrido derrotas duras por su nivel de juego, como ante Fognini en Montecarlo. Varapalo que ha minado su moral generando un alarmante discurso pesimista. Y si le sumamos que Rafa va a cumplir 33 años en poco más de un mes, pues la cosa se complica. Hasta aquí los nubarrones, la oscuridad, los fríos datos. Afortunadamente, casi siempre acaba saliendo el sol para quien se lo trabaja, y Rafa lo sigue haciendo. Su derrota el sábado en Barcelona ante Thiem ha devuelto al jugador balear el optimismo perdido, aunque parezca un contrasentido. Nadal ha recibido un impulso anímico por una sencilla razón: volvió a sentirse competitivo.

¿Roland Garros?

Más allá de los evidentes problemas con el saque, su tenis ha mejorado de manera notable y sólo un súper jugador en tierra como Thiem ha sido capaz de derrotarle. Y lo ha hecho practicando un tenis sideral. ¿Qué le puede deparar el futuro? La clave, las lesiones. Si consigue mantener una regularidad competitiva, Madrid y Roma le pueden dar el estado de forma ideal para levantar su duodécimo Roland Garros. Una barbaridad.