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A rueda: Un respeto para Pau Gasol

A rueda: Un respeto para Pau Gasol
A rueda: Un respeto para Pau Gasollarazon

Sentado, con el chándal bien planchado, sin despeinarse y cada día con más canas en la barba. Así están siendo los últimos meses de Pau Gasol en los San Antonio Spurs y, quizá, en la NBA. Pau, nuestro Pau, ya no existe para su técnico. Gregg Popovich, reconocido por ser uno de los mejores entrenadores de la historia, pero también por su carácter implacable, ha tomado una decisión que parece irrevocable: los minutos de Pau en la cancha serán mínimos, si es que los tiene. La situación, permítanme decirlo, es injusta. Es cierto que Pau ya tiene 38 años, que su físico los nota y que su producción es cada día menor. Normal, Jordan también dejó de volar un día. Pero una cosa es que los minutos se reduzcan y otra el ostracismo humillante al que se está viendo sometido.

Aún tiene cuerda

Su carrera en la NBA merece un respeto. Pau no es un meritorio que lleva dos o tres temporadas en Estados Unidos intentando hacerse un hueco, no. Hablamos de un All Star, de un tipo que tiene dos anillos, de uno de los mejores extranjeros de la historia de esa Liga. A la altura de un Dirk Nowitzki que, por cierto, sigue jugando sus diez o quince minutos por noche a pesar de no poder ni desplazarse lateralmente. Vamos, que se le respeta. No pido una limosna para Pau, ojo, más que nada porque aún no está para homenajes. El mayor de los Gasol aún es un jugador aprovechable en la pintura, pese a que la moda de jugar con bajitos está arrinconando a los hombres altos. Sinceramente, creo que Pau aún puede dar unos veinte minutos buenos por noche y, si le dejan, lo demostrará. En la NBA o en Europa. Ah, y en el Mundial de China... ya verán, ya.