LaLiga Santander
Bombero Griezmann
La buena noticia es que definitivamente Griezmann ha vuelto, con todo lo que eso supone. El francés ha despertado, fue el bombero estrella que rescató un empate para seguir alentando el debate sobre la falta de regularidad en el juego y en los partidos del Atlético (a veces sube, a veces baja). Estuvo a punto de salir bajo palio de la nueva Catedral. Hubiese ocurrido si no le anulan una vaselina preciosa por un fuera de juego que lo pareció, aunque de ser así por pura chiripa, centímetros, el punto de fuga...
Y Koke ha vuelto
Salió el Atlético muy bien. Con Gabi y Saúl en el medio campo y Koke basculando desde la derecha al medio para filtrar pases (Carrasco a la izquierda, eso está más que claro). Circuló el balón con bastante fluidez. Fueron 20 minutos estupendos en los que el equipo se impuso en San Mamés. Pero, como también ha ocurrido en otras ocasiones, poco a poco fue confundiendo el repliegue inteligente para salir a la contra con meterse excesivamente atrás. Y ya se sabe que el Athletic tiene empuje, carácter, un fútbol brioso. Saca las garras y asusta a algunos rivales, aunque no sea el caso de este Atlético cholista en los últimos años.
El desatascador
Las contradicciones del fútbol tienen también sus momentos y, cuando el Atlético retomó el mando del partido jugando en campo del Athletic Club, una gran contra local le puso todo cuesta arriba. Se escapaba el triunfo, se evaporaba de manera absoluta cualquier amago de pelea por el título, y lo peor es que los rojiblancos lo que no pueden arriesgar es su presencia en Europa. Fue ahí cuando apareció la estrella de Griezmann, la zurda del desatascador. Esa vaselina brillante invalidada y luego el disparo desde fuera del área raso y ajustado al palo. Como mandan los cánones. Griezmann rescató al Atlético. Otra vez.
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