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Cara a cara: ¿Hay que darle el Balón de Oro a Messi por sus dos goles al Espanyol?

Cara a cara: ¿Hay que darle el Balón de Oro a Messi por sus dos goles al Espanyol?
Cara a cara: ¿Hay que darle el Balón de Oro a Messi por sus dos goles al Espanyol?larazon

No: Quedó quinto... ¡y GRACIAS!; por José Luis Sánchez

Querida Carme, vuestra pataleta del último lustro es desternillante. La cansina coletilla de «el mejor de la Historia» no cuela, ni siquiera traspasa las fronteras españoles, su eco no es capaz de superar los Pirineos. Flaco favor le hacéis a Messi si queréis darle un Balón de Oro por meter dos goles de falta en la decimoquinta jornada de Liga. Tenéis el listón muy bajo, le exigís muy poco a quien ponéis en importancia a la altura de Isaac Newton y su descubrimiento de la Ley de la Gravedad.

He de reconocer que cuando escuché a Jordi Alba me salió una carcajada desde lo más profundo. Si yo fuese su compañero le habría dicho a Messi que se mirara las votaciones del «The Best», el Mejor Jugador de Europa, el premio de la IFFHS, el recuento del Mundial de Rusia y las puntuaciones del Balón de Oro. Capitanes, entrenadores, aficionados y periodistas por UNANIMIDAD han elegido a Don Luka Modric, casi doblando a sus perseguidores. No hay discusión. La palabra respeto no se conoce en el vestuario culé, Leo quedó quinto... y debe dar gracias por un puesto tan alto.

Carme, ¡vaya dos golazos de falta! Tremendos. Imposibles para Diego López, lástima que fueran en Cornellá, ante el Espanyol y en la Liga. Si hubiese sido en el Mundial ante Francia y hubiera servido para acceder a cuartos... o mejor, en Roma para clasificarse para semifinales... o quizá, la temporada anterior ante la Juventus para al menos batir al cuarentón Buffon. No, en esos días vuestro Balón de Oro de la eternidad anda taciturno, apagado, apocado, transparente. El Balón de Oro de los Desaparecidos siempre tiene ganador en primavera: Messi.

Ayer, hoy y siempre; por Carme Barceló

Me vais a perdonar, pero la pregunta de hoy me parece una broma. Que me da la risa floja, vaya. ¿Qué más queréis que haga Messi? ¿La vertical puente después de cada gol? ¿Las volteretas del último entrenador que se le ofreció a Florentino Pérez, el humilde Hugo Sánchez? El Balón de Oro ayer, hoy y siempre, hasta el infinito y volver, es de Lionel. El mejor jugador del mundo y de la historia que se reinventa, se supera y se reivindica, sin necesidad alguna, casi en cada partido que juega.

El sábado volví a verle en vivo y en directo. Y algún «perico» cercano a mí no pudo evitar abrir los ojos como platos y aplaudirle bajo el abrigo. El fútbol y tú, apreciado José Luis, debéis agradecerle que siga siendo el deporte rey. Messi continúa dándole un «zasca» con la mano abierta a los que, como Pelé, dicen que el capitán del Barça es peor que Maradona porque solo juega con una pierna. Cuánta ceguera.

Los hacedores del premio deben estar escondidos debajo del podio. Apear a Messi del mismo es hacer un ridículo mundial y desacreditar un galardón que tenía cierto nivel. Votaciones «fantasma» y otras irregularidades no han hecho más que ensombrecerlo. Pero a Leo le es indiferente. Él, a lo suyo. A seguirnos dejando ojipláticos con esos goles de falta directa, esas asistencias y esa genialidad irrepetible. Gracias, Jordi Alba, por decir lo que pensamos muchos: «El Balón de oro es una mentira. Hay muchas campañas de clubes y Prensa, pero todo el mundo sabe que Messi es el mejor»

Comprendo, querido Sánchez, que te agarres a la selección argentina para opacar sus virtudes. Es lo que te queda. Que tomen nota por aquellos lares y pongan remedio para que vuelva. Aplíquense.